jueves, 30 de abril de 2020

No se trata de ver cómo está la cosa allá afuera, más bien de quedarse en casa nomás y aguantar hasta que pase esta pandemia que ha causado estragos en la economía especialmente, y en las finanzas de todos eso lo tengo claro, ya.  Sin embargo, estamos concientes de que las malas épocas hay que pasarlas y listo, sin chistar ni hacerse demasiada mala sangre, porque al final, para qué si uno termina pasándolas igual y si puede hacerlo sin tanto malestar estomacal,  mucho mejor.  Tendremos esto en cuenta la próxima vez que nos venga esa sensación horrible de estar confiando en la persona equivocada, en esa persona que sospechás te está engañando, no ya con alguien, que sería lo más grave quizás, sino en situaciones y cuestiones de poco valor que hacen a la lealtad, o como quieras llamarle a ese vínculo especial que exigimos del otro, en especial cuando convivimos con esa persona a diario y no toleramos un atisbo de traición, es inadmisible desde todo punto de vista. 

Somos extraños también los seres humanos cuando nos ponemos en ortibas, no hay quien nos haga pensar diferente, tenemos que salirnos con la nuestra a como de lugar, y eso pone en peligro el delicado equilibrio que supone la lealtad, el compañerismo, la fidelidad, o simplemente la veracidad de lo que dicen los demás, y claro, uno mismo también.  Esto que escribo aquí, irá a parar a la basura, ya lo intuyo, y me da también por qué no, a pensar en la fidelidad que nos tenemos a nosotros mismos a veces, tan frágil, tan volátil que suele pasar desapercibida, y no le prestamos la atención debida, es como si no fuera importante, como si a nadie le moviera la aguja, no nos importa (repito) y seguimos adelante sin embargo es algo crucial.

Esta semana fue también importante: viajé a Mendoza, y pude trabajar un poco por allá y estuvo bueno porque me traje unos dineros para la supervivencia.

Digo que estuvo bueno, pero podría haberlo estado aún más, conocí un hostel que es una casa más bien viejita reacondicionada, como se estila por estos días, y había gente mucha gente, más de la que hubiera imaginado, fijate.  Y todos muy agradables, me faltó quizás tiempo para conocerlos a todos, y hacer amistad.  Me quedó latiendo la frase de Charly, que me dice "cómo conseguir chicas" en su álbum no se por qué, si estuve en mi habitación tranquilo sin problemas y aislado.

También es digno de mencionar que costó un poco al principio integrarme, no es fácil, todo cuesta y pude pasar más días allá, ¿será que todo está perdido?  No lo se, francamente no quiero averiguarlo.  ¿Viste cuando te mandan una foto, y que tu mente empieza a pensar mal, y sospechar que es mucha casualidad que esté mostrando eso, no será que quiere de alguna manera reforzar una mentira?  No, no voy a investigar no me interesa, en lo más mínimo.  Si no nos quieren, qué importa la traición después de todo.

miércoles, 29 de abril de 2020

No están dadas las condiciones para que escribir aquí sea agradable, pero tampoco lo es allá donde voy a ir hoy por la tarde, porque convengamos que un viaje así, en medio de una pandemia, no es algo aconsejable, y estoy pensando que debo hacerlo de todos modos, porque no da quedarme aquí con estas incomodidades después de todo, no tengo por qué hacerlo sólo por el dinero diría, y no es motivo suficiente cuando lo pensás un poco.  Y veré entonces lo que surga del resto del día cuando me toque estar frente al comisario de turno y me diga si puedo o no puedo viajar en ese caso tendré que recorrer una a una las posibilidades que me quedan y decidir dónde quedarme, en realidad no hay mucho que decidir es sólo que una simple noticia en el diario no alcanza, debería ser algo más confiable, algo que me lo digan directamente desde la empresa de transporte: "mire Ud. no puede viajar porque se ha decretado que los viajes a partir de hoy están cancelados.", algo así estaría muy bien pero de parte de la autoridad no dicho por un diario, de forma confusa.  Y además, tendré que estar atento como dije ayer, porque no me gustaría que detecten una maniobra ilegal en el procedimiento y me manden a casa... a la cácel jaja, sería un espanto, no quiero pasar por ahí, no me lo merezco, como le dije un día nada menos que al abogado que venía con órdenes de desalojar porque nos habíamos pasado un poco en el horario de uso de la vivienda.  Bueno, le dije, al fin y al cabo ellos decían que eran nuestros amigos, y no, no lo eran.  No como aquellos que defienden lo suyo y no permitirán que venga alguien y se los robe, y está bien después de todo.  No se trata de que te desalojen, no pero también hay que ver que a veces no queda otra solución al problema: hay que liberar.  Hay que salir de ahí, cuanto antes so pena de perderlo todo, como los reyes de los que habla el texto, como los pacientes reyes de la historia, que dicen que salen a cazar su libertad y se topan con unos cazadores que hacen estragos con los perros salvajes africanos, muy sentados en sus vehículos con armas y cosas que les facilitan la tarea.  No a los pobres animales que terminan hechos tiras en el piso, por un simple capricho de los maricones estos.

martes, 28 de abril de 2020

Oiga, qué horrible es escribir en este escritorio que tiene un barral en el medio, pero las habitaciones de hotel son así prácticamente impredecibles, uno directamente usa lo que hay sin chistar sin boquear porque todavía podría ser peor, de manera que mejor dejemos la cosa así como está y los cables en el piso, que no llegan si no, hasta la pared, y total ya me voy en un ratito, para qué provocar un incendio, digo en torno a que este escritorio no es de mi agrado y cosas por el estilo.  Estilo es lo que tiene ese escritor, que va llevando una historia bastante divertida de unos mercenarios mejicanos que quién sabe dónde quieren llegar con su pretensión de tener en casa un elefantito, y partieron rumbo al gran continente a buscarlo, están muy locos como su escritor lo está claramente.  Y así con todo, digamos la verdad, porque los sueños parecen a veces surgidos de la mente de un loco, en especial cuando ves la conexión con el mundo real por así decir que tienen los sueños.  Aquella vez, llegué al hotel y me entretuvieron con unas galletas durante unos minutos pero rápidamente me di cuenta que era una trampa.  El lugar apenas si tenía carteles en la vereda, digamos ninguno en realidad.  Yo pensé bueno en estos tiempos es evidente que no conviene recibir a nadie, porque están muy recelosos con la idea de que hay que quedarse en casa, qué va a andar haciendo alguien yendo de aquí para allá, serán los casos de viajeros por motivos laborales que están dentro de las excepciones por el COVID-19 pero de otro modo, es imposible.   Mi caso, es bastante más llamativo, porque llegué aquí sin saber demasiado por qué, para mí que alguien se equivocó y pensó que estaría bien que era buena idea y me mandó sin pensar demasiado en las consecuencias, y como siempre me propuse cumplir con el mandato y reunirme aquí con los distribuidores de gaseosas que quieren comprar un software, que yo estoy vendiendo por otra parte.  Lo digo así, temeroso de que golpéen la puerta de esta habitación oscura, y sea alguien que viene por cualquier otro motivo, lo digo de verdad.  Se cuela el miedo en esta sala, y hay otras personas viviendo aquí, eso me tranquiliza, pero no tanto, la verdad su aspecto es bastante extraño, y me dan ganas de salir corriendo, pero a dónde imaginate, qué vergüenza dejar todo aquí mi computadora, mis libros, la ropa, todo tirado además, no.  Tendré que volver y dar explicaciones, así que me quedo mejor, y guardo silencio.  Algo está por ocurrir puedo intuirlo y se que va a ser bastante difícil de sobrellevar.  Tengo que estar atento y te digo a vos, también hacé lo tuyo, hacé lo mismo, está atento.

jueves, 23 de abril de 2020

Entiendo que todo se da más fácil cuando vemos a la persona que está hablando y eso está bueno, nos vamos dando cuenta de sus gestos, de sus movimientos, y así la conversación sale fluida, se entiende todo, y más cuando hay varias personas interactuando que una habla y que las otras escuchan, que se da una conversación como en la vida misma, como en las que intervienen personas reales, que están ahí las estás viendo, al lado tuyo, y demás.  No sucede lo mismo en internet.  Desde el viejo ICQ (que me dicen todavía funciona), hasta las recientes salas de chats donde todos hablan y nadie entiende nada, sobre todo en los grupos de informáticos, bueno quiero decir, ayer vi que han habilitado salas de reunión en facebook donde uno puede recibir visitas, qué loco, y conversar ahí, para lo cual claro, va a necesitar una camarita y un micrófono.

Las cosas que estarán ya inventando con la realidad aumentada.  Y yo, queriendo aprender a programar en Go, me siento un ridículo, un idiota fuera de tiempo y espacio, pero es que me llama muchísimo la atención ese lenguaje, lo considero superior, escrito en la cima de varios lenguajes que han sido útiles hasta aquí, pero que van mostrando falencias y agujeros.  Criticables son todos, este también tendrá lo suyo, pero hay una promesa que leí por ahí, que dice "volverás a amar la programación" o algo similar y me entusiasmó bastante.  Como yo programaba en los 90, con aquel lenguaje sencillo, amigable, entendible, no vi nunca más nada parecido.  Pero más allá de eso, digo hay más gente que le habrá pasado lo mismo, saben los tipos estos, de qué va la cosa.  Y me siento parte, estoy ahí padeciendo las mismas dificultades a la hora de entender una lógica de programación, sea o no sea avanzado, no importa, cualquiera de ellos.  Y ahí tenés por ejemplo, al viejo COBOL que también lo siguen usando, qué increíble.  Increíble también es LINUX que como no podía ser de otra manera, podés compilar cualquier programita hecho en cobol también y rápidamente en esa plataforma, bastará instalar el compilador y unas cositas más y listo.  Todo en marcha.  Funciona, y sin tener que pensar en licencias truchas ni cosa por el estilo.  Todo bajo licencia de software libre, o código abierto, de tal manera que si hace falta, uno podría meter mano y arreglar o mejorar lo que sea (eso si entendés algo).

martes, 21 de abril de 2020

Ay por favor, qué historia tan sangrienta la de la chica que va a la escuela y se corta la cara con una Gilette, sí, así dice.  "Gilette".  Para el que no recuerda, o para los más chicos, era una marca de unas hojas de afeitar muy eficaces, que se usaban para todo, eran los cutters de otra época sólo que más incómodos porque sólo servían para las máquinas de afeitar, que eran unos dispositivos en el que encajaban perfectamente si uno giraba un tornillo en el mango y las disponía en la parte superior lugar en el que precisamente debían ir.  Uno después ajustaba el tornillo y listo, quedaban ahí y se podían usar tranquilamente para afeitarse la cara o lo que fuera.  Y duraban un montón, seguramente, digo porque no alcancé a usarlas.  Ya habían casi pasado de moda, estaban entrando las otras las nuevas, esas, que si bien eran de la misma marca, tenían el mango plástico y las micro hojas de afeitar venían en pares así mientras una cortaba la otra iba repasando y la cortada "era perfecta" tal como decía la publicidad.  Todo muy lindo, y todavía siguen vendiendo de estas en los múltiples modelos que puede ofrecer el mercado que debe haber unos cuantos, y de distintas marcas.  Las últimas hasta traen una almohadilla con líquido lubricante, que bueno, se vuelve líquido al contacto con el agua eso está claro.  Siempre las he usado para afeitarme excepto cuando me regalaron una máquina eléctrica con tres rodillos que se ajustan al contorno de la cara y van dándole la forma al corte y uno tiene que limpiar cada tanto las cuchillas porque el pelo va alojándose ahí, y si no lo limpiás manso lío se le arma a las cuchillas.  Eso es, claro mucho más seguras para la gente.  Ya no andan tajeándose con la gilette porque claramente es imposible, con estos métodos cortarse o hacerse daño es imposible.  (Esperá que corrijo la palabrita gillette que me parece que va con dos "l" y dos "t".

Y es así, la historia esa que te decía arranca con una chica cortándose la cara con una de aquellas, en el baño y no mostrando el más mínimo atisbo de dolor, una locura, además con el daño que te produce un corte en la cara, arruinando el aspecto para siempre, te quedás con una cicatriz ahí, con qué necesidad, pero bueno es un cuento de terror, y tiene que empezar así, no queda otra, si no empecemos con una chica bordando un regalito para el sobrino y todos tranquilos, pero no, esta historia aunque pequeña tiene que empezar así con algo de dolor, sufriendo, para que duela leerla, para que a uno lo conmueva y le movilice algo por lo menos, que si no seguimos girando en este mundo como si nada pasara, como si la vida fuera lo que le pasa a otros, y así es inaguantable.  Ya demasiado tenemos con la tele, que te muestra historias fantásticas que le pasan a otros.  Porque no se termina en lo que muestra, digo en la historia fantástica esa que le pasa al tipo, no.  También después te muestra lo genial que es haber sido un actor o actriz de renombre y alcanzar cierta fama, eso también.  Es decir, vos quedás como un energúmeno inservible y bueno para nada, mirando el pasto que tenés que cortar y hacelo prolijo porque si no, vas a tener problemas te van a hacer sacar de nuevo la cortadora y hacerlo bien, emprolijar lo que hace  falta y tirar a la basura esas ganas de vivir una vida que se destaque por algo bueno, descomunal que te haya pasado alguna vez, ni hablar de besar a la chica bonita, ni cosa que se le parezca, eso tampoco, o sea una penuria que más allá de lo económico, está centrada en hacerte más amargo los tragos de todos los días, o sea la tele te humilla, te pudre la cabeza y uno ahí sentadito dejando que lo haga tranquilamente, sin quejarse sin hacer nada.  Menudos idiotas somos a veces, qué tanto más tenemos que permitir y ni te cuento ahora con las series tan de moda en los canales digitales, una auténtica maravilla.

lunes, 20 de abril de 2020

Así no sirve, estoy tensando la cuerda de más y se va a cortar en cualquier momento, y ahí si nos vamos a quedar sin tendedero, con la ropa mojada y habrá que salir igual, aunque por ahora estamos bastante caseros con esto de la pandemia, no es mucho lo que pasamos fuera de casa, con un jogging estamos.  Así y todo, tendré que tomar algún recaudo para no quedar como un perfecto inútil, a ver, no es tan complicado simplemente armar un par de nudos en el medio y hacer que llegue a la pared de enfrente así lo colgamos de ahí y listo, ya tenemos de nuevo el tendedero funcionando.  A ver esos nudos, no es fácil lo se, pero si no lo hago yo alguien más se va a ocupar, y ahí te quiero ver.  Serán las 2 de la mañana más o menos ahora, no quiero mirar.  Es imposible acostarse antes, y mañana ya hay que madrugar porque están liberando nuevas actividades para que podamos trabajar y así reactivar lentamente la economía, la gente está sin trabajar y en muchos casos nos atrevemos a imaginar que también comiendo espaciado en el mejor de los casos.  Es una condición espantosa la de frenar la economía, la sufrimos todos, a todos nos pega.  No se ven casos graves acá en el barrio, claro vivimos cerca del centro nosotros, privilegiados, y tenemos internet por ahora, todavía, lo hemos pagado puntualmente, pero hay casas que ni eso tienen y decime cómo te entretenés cuando cae la tarde ha de ser bastante difícil por no decir imposible.  No lo reemplazás con nada, ojalá sea cierto que quieren instalar unos satélites allá en lo alto, capaces de suministrar acceso a los internautas y que se pague con publicidad o algo así, el tipo que está detrás de eso es un famoso emprendedor norteamericano, cuándo no.  Lo que se sabe es que lanzaron una especie de trencito de luces al espacio, algo así como unos satélites que estarán orbitando alrededor de la tierra y era eso, una suerte de solución al problema de la conectividad en zonas donde no hay acceso.  Habrá que esperar un poco, y tendremos internet hasta en el medio del campo.  Eso tiene que ser bueno.  ¿Te imaginás andar por los cerros acá en San Rafael, y poder pedir ayuda, simplemente teniendo batería en el celular?  ¿O publicar fotos, desde lo alto de alguna lomita, donde encontraste un arroyo o una construcción precaria abandonada?  Está genial, ojalá lo consigan, vamos a estar esperando ansiosos.   Como cuando esperábamos que empezara a conectarse a internet la computadora con aquellos modems del infierno que hacían un ruido notable y que nos conectaban con eso que estaba empezando a difundirse.  Y qué hace que pasaba eso, nada.  Un par de décadas. 

La gente igual, mucho no se entusiasma todavía con la compra on-line, quiere ver los productos, tocarlos, probárserlos y tiene sentido en muchos casos.  No hay garantías de que les vaya a quedar bien, de que puedan cambiarlo, de que será una compra exitosa.  ¿Por qué las ferreterías no suben a internet todo su catálogo, si serían cuestión de minutos hacerlo?  No saben, no hay un técnico o un profesional amigo ahí cerca para asesorarlos en este tema y es bastante fácil hacerlo, pero se quedan ahí, con su mostradorcito, con su mate mañanero, con ese rectángulo donde apoyan todo lo que trae el cliente, para examinarlo y buscarle una solución.  No hay chance.  Pero habrá que esperar un poco, y tendremos más gente en las casas, y menos autos en las calles.  Toda una ilusión de que eso va a suceder y será beneficioso para todos.  Menos contaminación, menos gente boludeando en las calles, gastando dinero en combustible que podría resolverse de otra manera.

Qué ganas de una cervecita ahora, y de ser posible artesanal.  Una IPA.  ¿No?

viernes, 17 de abril de 2020

Será así, esto que escribo va a quedar escondido en la mente de alguien que no lo ve, que no lo divisa como un fuego desde lo alto, sino que se hundirá para siempre en el mar de internet y todos contentos, para qué confiarse en la lectura, para qué díganme si uno jamás saca algo bueno, menos ahora que todos dicen que los textos que se escriben aquí no tienen la misma garantía de calidad que los que se leen en los libros en papel, será por costumbre, o será vanidad de los editores que no ven una alternativa en los textos que se publican en internet.  Sabemos que hay buenos textos, y buenos escritores dando vueltas en internet, pero no llaman la atención de los lectores, o de los libreros, además de qué manera vas a monetizar lo que hacen, lo que leen en la red... imposible.  Todo se diluye en la copia pirata, vos tenés un texto y me lo copiás a mí, ahora somos dos que tenemos un texto, el mismo, y a cero costo porque un espacio en un servidor o en una máquina, es de un costo tan pero tan bajo que no tiene sentido mencionarlo.

Se terminó el tiempo, de alguna manera me están avisando esto y no quiero escuchar, me hago el distraído me vuelvo a mirar los árboles del patio, de la vereda tranquilo, no quiero saber que es el final que tendremos que mudarnos, que habrá que buscar la salida en otro rumbo, en otro mundo o donde sea, aquí ya no hay nada que hacer, es un triste aviso que me llega en forma de telegrama, ahora mensaje de WhatsApp y tengo que escucharlo para no padecer la incomodidad de saber que no estuve a la altura de los acontecimientos, no tengo por qué estarlo si no se me avisó de la demanda.  Quiero decir, hay quienes se asustan por los dichos míos en internet, que prefieren no saber, no leerlo, me pasa exactamente lo mismo, estoy entretenido aquí, por qué debería interrumpir lo que hago, no hay necesidad alguna no hay derecho.  Quiero seguir admirando los árboles, y cortando el pasto si es necesario en la sombría tarde sanrafaelina, para qué negarlo esos sauces esas acacias, todos de un verde estridente cuando hay sol y de una sombra oscura cuando hace falta.  Somos dos, ella piensa igual yo lo se.  Estamos en eso juntos, sin siquiera hablarlo, nos miramos y ya sabe uno lo que quiere el otro, dibujamos en el aire una sonrisa con nuestro amor.  Sin embargo, los crueles secuaces de la muerte están agazapados, yo lo se, y tendremos que pensar más allá, ver el horizonte, los próximos meses, enfrentarlos lo mejor que podamos lejos de aquí y a todo lo que da.

Lo que quería era que las notificaciones de WhatsApp sonaran en el navegador de la PC y espero que sea así, sólo que todavía no llegan mensajes, tendré que esperar unos minutos en cuanto arranque la mañana sonará.  Y tendremos visitas, y las gatas estarán agazapadas también moviendo las partes traseras como para saltar a la presa y atraparla al vuelo, tendremos visitas, habrá gente, se sentirá en el aire la vegetación oscura y frondosa de las cálidas tardes de verano en nuestra casa allá en las afueras de la ciudad, donde veníamos a veces a pasar las mejores vacaciones, ahí donde ni los autos, ni los aviones ni la gente molestaban a los sufridos turistas.  Eramos nosotros, ahí se reconocía nuestra voz y nuestro cálido abrazo.

jueves, 16 de abril de 2020

Bueno, para facilitarme las cosas, este teclado que está vencido ya no soporta más golpes en la tecla enter, está costando dar un retorno de carro de manera decente, sin presionar con más fuerza ahí.  Tendré que hacerlo ver, digamos o desarmarlo para entender qué es lo que no funciona.  Pensemos: que es lo que hace que un teclado no funcione?  La tierra, el mucho uso, los golpes.  En este caso, puede haber algo de mugre no lo niego, pero golpes no ha tenido,  algo de uso intenso porque escribir, se escribe.  Tanto para programas como textos en general.  Y eso no lo puedo negar, es algo que me apasiona y cada vez más, hacerlo en este blog se ha convertido en una linda costumbre, que no pienso dejar de hacer por más contradictorio que suene, digo, el hecho de que es una tarea prácticamente gratuita, que no me deja nada a cambio.  Los lectores quizás serían la única salida, pero no aparecen, todavía no hay.  Y miren que tiene años, ya.  Más de 10.  Recién cumplidos el año pasado.  Es que nunca me he planteado seriamente la posibilidad de que esto trascienda, tal vez es eso, la gente lee menos (digo yo) y todo lo que sea trabajoso no será de la primera elección en los millenials que están muy apegados a las aplicaciones y a los juegos electrónicos.  No a un texto que de paso, no tiene un sólo enlace en la mayoría de los casos, algo que lo haga divertido.  ¿Qué es un hipertexto?  Parece preguntar sorprendido este blog.  ¿Es que acaso el escritor no sabe enlazar un pequeño trozo de texto con otra página?  Parecería que no.  Ha venido haciendo cosas durante años, muchos, pero escribe texto, solo texto puro y duro.  Ni fotos, tampoco imágenes, algo que entretenga la mirada.  Cuesta captar imágenes bonitas a lo largo del día para decorar aquí, uno tiene que estar encerrado además, y la calidad de las fotos de este celular no es óptima.  Ni siquiera la seguridad de las aplicaciones, lo es.  Ayer discutíamos (otra vez) acerca de la conveniencia o no de usar Zoom que dicen tiene unos cuantos baches por todos lados, y suele suceder o ha sucedido en alguna oportunidad que un hacker se colara en una conversación entre jóvenes estudiantes para colgar ahí fotos pornográficas para el escándalo de todos.  Suena horrible, pero los chicos están acostumbrados, digo a que alguien interfiera sus tareas, o que se le falte el respeto a una persona mayor, en este caso el docente que está a cargo, y se rían un poco y sigan después adelante con el cursado.  Dicen, porque leí algunas noticias, que la aplicación ha venido haciendo progresos desde que explotó su uso en todo el mundo, y además que uno como usuario debe tomar ciertos recaudos para que no sucedan esas cosas, como por ejemplo dar un ID de charla en vez de un enlace y menos publicarlo en internet.  ID y contraseña.  Con esas dos cosas, y manteniendo la dirección de la charla lo más cuidada posible, no deberían haber problemas.  Eso dicen algunos medios no sólo técnicos sino también generales como periódicos estadounidenses.  Confío que será verdad, que no hay teorías conspirativas aquí, que son solo eventos donde la seguridad por parte de los creadores de la charla no han estado pensadas de antemano.  Así cualquiera, no hay mérito en ese hacker sino las ganas de hacerse ver, de fastidiar a los compañeros y a la autoridad del momento.


Quiero ya que estoy, mencionar que ayer me tiré como un arquero en medio de la vereda.  Sí, así tal cual.  Esta escena puede haber sido vista por alguien más que mi mujer, que venía detrás mío después de que el gatito que llevamos a la veterinaria, se safó de mis manos y tiró a cruzar la avenida Balloffet en dirección a cualquier lado escapando del pinchazo.  Tuvimos suerte que no pasaba un auto demasido encima porque habría sido lamentable.  Logró cruzar y se metió al patio de una casa donde también por suerte no había ningún perro, ni otro animal que pudiera no estar de acuerdo con la presencia de nuestra Chiqui.  Pocos segundos después, y gracias a que no atinó a subirse a los techos, buscó la salida por donde estaba yo que evitando otro cruce de avenida me tiré hacia la izquierda y pretendiendo estar bajo los tres palos de alguna cancha de cemento, la atrapé en el aire y no ofreció más resistencia que la que ya nos había mostrado.  Cruzamos otra vez y por fin apareció la veterinaria que no tuvo reparos en retarnos por llevarla sin usar un bolso o algo para protección. "Nunca, nunca lleven un gato sin un bolso por lo menos".  Está bien, ya sabemos para la próxima.  Gracias.

miércoles, 15 de abril de 2020

Escribir apuradito no tiene mucho sentido para estas horas por eso prefiero la mañana bien temprano aunque hoy fue imposible.  Y digo imposible porque se encadenaron algunos sucesos domésticos que lo hicieron difícil y opté por dejarlo pasar y pensar que tal vez mañana pueda hacer tiempo y dedicarle unos minutos a esta actividad por demás habitual y encantadora.  La de escribir aquí y que después alguien pase, como quien no quiere la cosa, y se lleve algo que le sirva aunque sea para pasar el rato en la sala de espera de un consultorio.  Todo eso, digo si tiene conexión a internet porque de lo contrario será imposible. 

Discutíamos ayer acerca de la conveniencia o no de usar un determinado software que ofrece ciertas garantías, contra otro que tiene reconocida fama de no serlo, es decir de filtrar información, de funcionar mal de tal manera que tu seguridad se ve jaqueada, afectada, puesta en duda.  Entonces, yo decía en tono amistoso que siempre será mejor evaluar un programa por el uso que le podemos dar a largo plazo y hay algunos que se instalan en la gente y ya no podés removerlo, incluso eso mismo genera los recursos suficientes para desarrollar mejores paquetes, mejores programas, o sea, hacer que finalmente aquel software que fue tomado por la gente y usado de manera viral por el mundo entero, al cabo de unos meses y con la inversión necesaria, se vuelve un mejor software, algo que realmente funciona y no presenta fallas considerables ni preocupantes.  Pero eso no lo ven, prefieren colgarse de un mensaje que quizás los mismos fabricantes han dejado filtrar para hacer que la gente, aunque sea mal, hable de su creación.  Y está bien, seguramente, pero un poco me hincha los huevos que quienes se auto proclaman sabelotodos en materia informática, en vez de estar hablando estas huevadas que no hacen nada más que crear un poco de confusión en medio de la arrogancia, podrían haber creado un tutorial detallado de cuáles son las funciones que conviene usar, y cómo usarlas, cosa que los usuarios principiantes están ávidos de conocer.  Me imagino una señora mayor, pretendiendo usar esta tecnología para comunicarse con sus alumnos y que venga alguien a decirle que es una afrenta a la seguridad cuando en realidad apenas si logra entender cómo funciona, y su verdadero problema es quedar como una analfabeta digital frente a los colosos, a los monstruitos que la esperan al fin de la pandemia.  Y seguirán ahí después, además.  Eso seguro.

martes, 14 de abril de 2020

Trabalenguas. Eso es el programa que hice, un trabalenguas porque entender eso, amigos es un desafío descomunal.  Y ahí está, funcionando hasta el día de hoy pero no hay manera, cuando releo ese código siento que otro lo escribió antes, que hay algo ahí que no es mío, que luché durante horas en algo que no tenía sentido ni destino, sin embargo ves que otro lo usa, lo ejecuta y decís, bueno por algo será, si sucede conviene.  Entonces salgo de la computadora, me vuelvo hacia mi amigo y le pregunto hasta cuándo, cuánto tiempo más lo usará, si estará conforme el próximo año cuando cambie el círculo calendario si seguirá funcionando en su máquina y en su cabeza, porque además funciona ahí eso lo tengo muy claro, y creerá que está bien que vale la pena que tiene sentido.  Y me dirá que sí, que fue importante ponerle huevos a la situación que de otra manera no hubiera prosperado que de no haber sido por eso por aquellos días, hoy no tendría nada.  Y fue una larga espera, algo que debí haber pensado más quizás, para no ocasionar algunos daños como el de que hoy tengamos que movernos en bicicleta, dicen que lo que vale, cuesta y esa es la única explicación que le encuentro, poder trabajar así, con esta soltura y con esta claridad en la compu, es lo único que cuenta.  Veremos si los demás piensan lo mismo.

Estoy cansado, recién empieza el año y ya estoy cansado.  Queda mucho todavía, eso lo vemos y cuando decimos mucho, es mucho.  Salir de esta pandemia costará lo suyo.  Aquí todos, quien más quien menos, pensarán que falta un milagro, que de esta no salimos más, que habrá cosas que ya cambiaron para siempre, pero no, seguramente en unos meses la normalidad volverá a transcurrir día a día, y todos contentos.  Lo que desconozco es ahora,  cómo haremos para sobrevivir porque en mi caso particular, estoy tranquilo de estar aquí en casa, acompañado pero, ¿cómo haremos porque el trabajo no abunda, y si tengo que irme a Mendoza?  Será difícil, lo se.  Tendremos que negociar, habrá que resolverlo de alguna manera, lo menos dolorosa posible, pensar por ejemplo que yo me quedo aquí, y ella va con sus hijas, que la extrañan, y la necesitan.  Durante un tiempo, hasta que pase la locura que nos tiene agarrados de las pelotas.

Ayer, discutíamos sobre seguridad en internet.  No quiero dejar de mencionarlo porque tiene su importancia.  Anteayer decía que estaba bueno, dejar de lado los mendocinos y volcarme de pronto a conversar con los lugareños, hacer de twitter un lugar amigable para los locales, y eso intenté en ese mensaje solo que con los tapones de punta, pateando una puerta, a los empujones como debe ser, como hice siempre, como me enseñaron.  No aprendo más.  Y tampoco quiero aprender ya estoy grande.

Insisto, donde hay dinero hay seguridad y aquí no lo hay, ¿entonces de qué seguridad me estás hablando, si en el mundo del software libre capea la pobreza, decime?  Porque no hay dinero para invertir.  Claro, ¿qué sistema usarán en apple para videoconferencias?  Que te lo ofrezcan gratis no quiere decir que sea seguro, en eso estamos de acuerdo, pero que sea libre, tampoco.  Bueno por demás está decir que si se publica el código es más seguro, claramente no es el caso de un sistema como zoom imagino que al no ser código libre ellos pueden tener en sus líneas algo que sea inseguro para el usuario.  ¿Por qué es más seguro el código hecho por apple?  Ellos tienen un prestigio que garantizar.  Estos otros, no.  El único prestigio es el de ganar más adeptos. (?)

jueves, 9 de abril de 2020

Consuelo es lo que anhelo porque esta peste que nos está acosando ya está complicando demasiado las cosas, uno que vive de lo que gana trabajando semana a semana, no sabe que hacer sin trabajo, no cobra un sueldo estatal como otros  y así todo se vuelve más complicado por no decir imposible.  Estamos aislados como debe ser, como indica la autoridad sanitaria y las pocas tareas remuneradas que hago son a través de internet, pero como ayer me lo pasé sin hacer nada, hoy no tengo para cobrar.  Y así, los gastos y las necesidades siguen en pie mientras nosotros hacemos agua.  Eso es preocupante, desde ya.  Estamos como quien dice vencidos porque además, habían dicho que el próximo lunes terminaba el aislamiento pero lo han desmentido, ahora resulta que va a seguir quién sabe hasta cuándo sólo los bancos volverán a la normalidad, recuerdo entonces cuando mi amigo me dijo que en Junio estaría recién volviendo a la normalidad la cosa, tendremos que ver de qué manera llegamos porque no está fácil.  Se que hay mucha gente en la misma situación y eso me llena de estupor.  Cómo haremos, todos ellos, todos nosotros para sobrevivir.  Ayer, además, me pareció escuchar las famosas trompetas en el cielo que ya han mencionado en las noticias, como un fenómeno eléctrico o magnético, algo así, y los perros ladrar.  Bastante inquietante veremos en los próximos días si siguen apareciendo esos ruidos y de dónde vienen.

Ayer, decía, fue un día atípico: tuve un mensaje de alguien, a quien llamo amigo aunque se haya desdibujado bastante esa palabra, que me gastaba preguntándome dónde iba a cobrar esa ayuda familiar que ha dispuesto el gobierno, diciendo además que en su país es igual, son 120 dólares para cada familia, lo mismo que acá, ¿qué me quería decir con esto?  ¿Por qué me hostiga (yo lo veo así) todos o casi todos los días?  ¿Qué le hice?  No logro entender estas cuestiones, no encuentro respuestas.  Y mucho de lo que hago está estrechamente relacionado a esto.  ¿Por qué tengo que fumarme a este muchacho?  No entiendo, y no se además cómo sacármelo de encima.  Basta ya, dejame en paz.

Salí a devorarme la cancha, pero la cancha me devoró a mí, derrota total cuarenta a cero.  Dolor en las manos, en los ojos, en todo el cuerpo, sensación de abatimiento y fastidio, preocupación y frustración.  Preparar el terreno con anticipación, vivir el momento, disfrutarlo, estar atento a todo, la lentitud como parámetro de máxima prioridad, y seguir adelante sintiendo lo que ocurre alrededor con mayor atención, mayor detalle.  Estamos inmersos en una vorágine y nada permite que miremos el cuadro desde unos centímetros más arriba, sólo se permite tomar decisiones desde la inmersión y así se hace más difícil.  Hay ideas que de pronto aparecen, vinculadas precisamente a los vínculos más cercanos que nos impiden a veces continuar con lo que estábamos haciendo y nos da un poco de bronca, ¿por qué? preguntamos, abatidos.  Siempre lo mismo, siempre la misma situación estresante y difícil de sobrellevar.  Es algo que se interpone, que interrumpe lo que hacíamos y frustra, nos hace sentir inútiles, impotentes y no existe una respuesta del todo satisfactoria. 

Querámonos un poco.

lunes, 6 de abril de 2020

Y qué pasa si me concentro mejor en escribir para otros, porque estos textos bien parecen estar pura y exclusivamente dedicados a mi persona por lo del egoísmo a ultranza digo, que me han acusado cientos de veces de ser una persona que lo defiende a capa y espada, que es incapaz (otra vez la palabrita) de quitárselo de encima, y entonces lo que escribo, lo que hago en general sólo tiene un destinatario: yo mismo.  El yo en primer lugar, quiero decir YO en primer lugar y nadie más.  Puro egoísmo.  Entonces, de ahí a regalar todo lo que hago hay un paso, algo que no tendrá el mínimo de cuidado en hacerse.  Y todo porque veo gente alrededor que va armándose de todo tipo de fuerzas mientras yo quedo inerme a un costado del camino como dice Fito, y cosas así.  Tengo que volverme más duro y gruñón porque sino las cosas no funcionan, se lo toman a la joda y me quedo solo y triste, pobre y abandonado.  Siempre lo hacen, como ayer que pensaba que nunca empezaría la charla y era yo un único participante que se había creído que estarían ahí para hacerme compañía o para esperar una compañía de mi parte.  ¿A quién le importo?  Lo dijeron y lo dejaron claro mis padres en su momento, este muchacho será una especie de cristo para la humanidad, lo tenemos ahí en esa cunita esperando que empiece el acto y lo llevaremos de inmediato a la iglesia a que lo curen porque nació así con esa enfermedad incurable, la de ser un cristo en este mundo y que todos se mofen de él y sufra en carne viva y en carne propia los dolores de la humanidad para que esta se salve, para que pueda fluir el ser humano hacia otro rumbo hacia otro destino mientras él, como un conejillo de indias, o como un ratón de laboratorio solo sirva a esos propósitos.  Pero señor, ¿no puede mejor abrazarlo y darle cabida en su hogar?, déjelos a estos que se las rebusquen como puedan.  No, él ha sido predestinado para esta vida, se lo merece además porque ya verán ustedes que en el futuro él mismo terminará deseándolo, él querrá que nos portemos así, que le demos todo el sufrimiento del mundo que el sabrá qué hacer.  Es un pobre bebé que sólo sabe encaminarse a un abismo, a la soledad y a la miseria mayores que un hombre puede asimilar aquí en la tierra.  Es triste, señor, lo que usted dice es muy triste, discúlpeme voy a llorar.  Esta bien señorita, aquí está mi mujer que piensa igual que yo, los dos estamos en esta, no sabemos tampoco cómo tratarlo queremos evitar el sufrimiento pero es inexorable.  Está bien, no se preocupe.  Voy a retirarme un segundo, ¿alguien sabe dónde está el baño?

Y así gira pobre, en torno a la pobreza y la marginalidad.  ¿Pero acaso quienes dominan la tecnología no están llamados a generar riqueza y estar en una situación de mucho más bienestar y tranquilidad económica?  Parece que no y parece además que esto es una fantasía.  Pienso en los que se jactan de no haber permitido que les falte nada nunca en sus casas, cuándo yo me comporté así, más bien parece haberme importado un bledo que falten aquí las cosas echándole la culpa a otro de lo que pasa, de las injusticias que sufro entonces me libero de la obligación de tener que hacer que las cosas alcancen aquí, total... si hay otro que es más responsable que yo de mis propias decisiones estamos bien.  Hoy o mañana, o en cualquier momento vendrán a cobrar los jueces y no habrá con qué pagarle.  Maldito el día que decidí que podría tener algo para mí, una tarjeta de crédito o algo.  Los bienes personales no sirven de nada, dicen.  Y yo voy detrás de ellos como si no hubiera mañana.

miércoles, 1 de abril de 2020

Lo que se dice escribir, aquí en blogger hace mucho que no escribo y me fui acostumbrando a no hacerlo como quien no quiere la cosa, uno se va olvidando de pronto y se entretiene con otras cosas y así los días van pasando normal y nada queda dicho lo cual es a veces hasta conveniente.  Me acuerdo ahora cuando hice el curso para aprender a fabricar cerveza que al final nunca pude ejercitarlo sino que quedó como un intento más de hacer algo que no funcionó.  Digo no funcionó aunque el conocimiento está ahí, y en cualquier momento compro lo que hace falta y arranco, se exactamente dónde queda la empresa o el negocio mejor dicho que vende los insumos así que no habría problema alguno es cuestión de animarse y listo.  El lugar donde nos enseñaron es descomunal, con su aljibe viejísimo de donde sacan todavía hoy agua de pozo para uso doméstico, lavar cosas y eso, no para fabricar la birra, pero de ahí se saca agua todavía, es increíble.  Y también los aparatos viejísimos para arar la tierra para trabajar en la finca, digo en general son unos aparatos todos herrumbrados que ya no se usan para nada y están ahí seguramente conformando una especie de archivo valiosísimo que conservan todavía quién sabe, para las futuras generaciones de la familia.  Están todo el día borrachos, eso sí, hablando boludeces acerca de los procesos de fabricación y cosas así, se creen estudiosos y disciplinados en lo que hacen pero sólo son unos alcohólicos, a mí no me engañan, como diría mi amigo marplatense, en su momento después de beber algunas cervezas también.  Eso sí, el no se metía cosas extrañas, sólo cervecita.  Nunca aceptó nada de nadie que tuviera un aspecto medio extraño sólo consumía alcohol en dosis moderadas.

Uno entra en esos ámbitos sin pensarlo demasiado cuando quiere acordarse ya está ahí y tiene que mandarse, que acomodarse y hacerse a la idea de que algún día podrá salir y dejar atrás la inocencia y compartir la borrachera con los amigos, qué pasa al final si todos están tan contentos haciéndolo por qué vamos a evitarlo, ser un antisocial no es un estímulo para ningún adolescente ni joven que se precie, así que a subirse al toro y que sea lo que dios quiera.  Eso pensábamos aquella tarde, bajo el sauce en la pausa que tuvimos mientras fermentaba la cebada.  Y es que todos ahí habían fumado algo, justamente eso comentaban al momento de mencionar que lo que le da amargor a la cerveza, el lúpulo es una variante de la marhuana.  Quiero cambiar esta palabra, pero no recuerdo ahora cómo se llama, es temprano y estoy medio dormido, disculpen.  ¡Pucha, cuando tenés la palabra en la punta de la lengua pero no hay caso!  Y hoy no sirve googlearlo todo, si ya se, lo tenés ahí a tiro de ventana, pero no.  Prefiero decir que no me acuerdo y listo, ya se verá si alguno atina a decirlo y así todos aprendemos.

¡Lúpulo!

Acabo de leer una palabrita que me resultó curiosa, desconocía que existía y es la palabra "mecanuscrito", algo así como aquel texto que fue escrito a máquina o en computadora dice la definición.  Y está bastante claro de sólo leerla pero fui al diccionario para despejar dudas, y no sólo menciona ese significado sin variantes ni alternativas.  Y está bien, claramente se diferencia de lo manuscrito como se ve, y era necesario.  Sólo que claramente es una palabra acuñada muchos años después que la otra, porque me imagino que los anteriores escritores mucho habrán escrito a mano los pobres con tinta o con vaya uno a saber qué materiales y nosotros aquí muy fácil lo tenemos con máquinas de todo tipo y teclados que no consumen ninguna tinta más que corriente eléctrica y bytes en alguna computadora.

Relatar, nada.

 Se dijo en la oficina que hacía calor y que había que prender el aire acondicionado, de todos modos estamos preparados para lo peor.  Hoy, ...