De todos los días (4)

Esto de leer en inglés está bueno porque uno aprende un poco más de esa lengua y además lee también en la lengua original.  Cualquier libro de cualquier escritor.  Está bueno me parece, es una actividad instructiva y productiva.  Tendré que hacerlo más seguido cuando tenga un ratito, los libros se consiguen y llegué a uno de ellos queriendo leer lo último de mi escritor favorito, que todavía no sale en español.  Y la lectura -digamos-, es amena y ágil. 

Qué se yo, habría que ver si conviene o directamente buscar otras cosas en internet en los ratitos libres que tengo que son relativamente pocos en realidad, cuando me sorprende el tiempo muerto o los viernes por la mañana cuando voy a llevar a mi mujer al trabajo y estoy por una hora y media libre hasta que empieza mi trabajo, el de asesorar en una empresa que vende neumáticos de motos.  Un trabajo interesante con caminos por explorar en muchas direcciones.  Ya veremos de qué se trata en los próximos días, es uno que recién empieza y están estos días de vacaciones que habrá que ver si los trabajamos o no.

El armado de un texto lleva mucho trabajo y dedicación.  Lo mismo con un programa.  Leí recien que cualquier secretaria de médico podría ser reemplazada por un bot en javascript conectado a la api de calendar.  Me da pie para investigar ese camino y sumarlo al otro, el de mercadolibre que está bueno y se ve con mucho potencial.  Será lo próximo, y esto que acabo de escribir, nadie lo leerá.  Ténganlo por seguro.

Más fácil, un meme. :-P

Las secretarias de los consultorios médicos son 100% reemplazables por un bot en javascript conectado por API a Calendar.

No entiendo por qué todavía no llegó el cambio.

— Esteban Cervi 🇦🇷🇮🇹 (@EstebanCervi) 27 de diciembre de 2018

De todos los días (3)

Qué lindo es descubrir la solución a un problema muy arraigado en tu vida, de pronto y que sea definitivo y sencillamente exitoso.  Y además, gratis.  Porque de tanto pagar huevadas uno va haciéndose a la idea de que todo en esta vida cuesta y mucho.  Un huevo, por así decir.  Pero cuando encontrás una solución gratis al alcance de la mano, es alentador.  Dan ganas de estar.  Dan ganas de seguir adelante y ahora sí, con una nueva herramienta bajo el brazo para disfrutar y para hacerte la vida un poco más fácil y llevadera.  Si no, es un verdadero caos.

Qué ganas de no verte nunca más, dice ella y a mí me dan ganas de volver a verte, ya lo sabés.  De todos modos, el libro que estoy leyendo no me trae ningún recuerdo por qué habría de hacerlo si ya no compro libros, los bajo gratis de internet, de donde se bajan los libros en formato epub, que es el formato más amigable para la lectura que conozco, y que existe hasta el momento, porque se trata de palabras, solamente, y no de hojas como sería el PDF ese, que al final tenés que andar moviendo los deditos así para poder ajustar el tamaño de la letra y da fiaca.  Además, nunca lográs el tamaño de letra adecuado a tu dispositivo, tenés que andar corriendo la pantalla hacia ambos lados y hacia abajo para continuar la lectura.  Prefiero el epub, ya lo dije, es mucho más flexible y adaptable.

Tenemos que cambiar el formato de los libros, ya no se puede leer en papel, la letra es demasiado pequeña.  Tengo un par de libros en papel, que por el formato, la letra zafa, digamos y se pueden usar todavía.  Pero no quiero pensar en un par de años nomás, cuando la lectura se vuelva un trabajo dificultoso por lo pequeños de los caracteres qué voy a hacer, ya me lo estoy preguntando en esta cercanía ya sin remedio de los cincuenta.

Estuvo unos minutos en casa y dejó todo patas para arriba, por favor, la próxima vez tené en cuenta que somos solos y que tenemos nuestras pequeñas minucias en un determinado orden y no nos agrada que vengan, revuelvan y se vayan de repente, sin dejar rastros.  Cómo hago yo ahora, que ya tengo turno al médico si tengo que ponerme a ordenar estas cosas, decime, hubieras pensado antes, cuando estabas por llegar, en mandarnos un mensaje alertándonos de que debíamos esconder todo, especialmente los discos porque quedaron ahí tirados en el piso.  Me quiero morir.