lunes, 13 de diciembre de 2021

Inaudito

 Sin un motivo para bajarse del metro tranvía, seguís adelante hasta la próxima parada cuando ves que alrededor están todos sin barbijos y pensás que puede ser problemático llegar al trabajo y comentar que viniste en un transporte sin los cuidados correspondientes, pero seguís una y otra parada hasta detenerse el motivo inicial: no hay chance de que suceda algo así, no queremos llamar a la desgracia, hay tantos sin vacunarse que mejor concurrir cumpliendo las medidas que nos exigen ahora que vivimos en pandemia, o quizás saliendo ya porque podría decirse que estamos en la recta final.

De todos modos también sucedió lo inesperado: abren las puertas y un gatito se sube sin preguntar obviamente a donde vamos ni nada, y se sienda muy cómodo en una de las butacas vacías, esperando que el tren arranque.  Nos miramos desconcertados, sin enteder demasiado qué estaba pasando.  Los gatos no hacen estas cosas, no son capaces de entender lo que está sucediendo podría ser causa del azar que él quisiera viajar con nosotros, que supiera que se tenía que tomar este tren para llegar a tal lado, y cosas así, pero sospechamos que hay algo que no está encajando en lo esperable del mundo, hay algo que escapa de la razón y no salimos de nuestro asombro.  Por mi parte me levanto de la silla y voy hacia la puerta esperando que el tren se detenga en la próxima parada.  Dejo pasar una y otra, porque me interesa y mucho estudiar la situación entender y quizás escuchar lo que opinan otros que están ahí y vieron la escena también porque no es habitual que una mascota se aleje de sus dueños y se suba a un tren y mucho menos se siente a esperar.  Es muy increíble todo, entre la desazón y la angustia de ser testigo de algo muy loco, muy inusual que nadie en el mundo va a creerte ni siquiera experimentar lo que vos, cuando lo contés.  Con qué palabras se supone que vas a contar algo así, está claro que no hay manera que alguien experimente ese estupor cuando lo contés, no la hay.

Relatar, nada.

 Se dijo en la oficina que hacía calor y que había que prender el aire acondicionado, de todos modos estamos preparados para lo peor.  Hoy, ...