Un gato grande, eso debería buscar. Pero cómo saber si se volverá grande o no, y digo que el tamaño importa porque después tendrá que pasar por la ventanuca que le dejamos abierta todos los días para que salga y de una vuelta por la vereda, así se distrae un poco y no se pone tan intenso en casa lo queremos grande decía porque es más adecuado para acariciar, tenés más piel y coso.
Lo que vimos ayer nos conmovió: uno que cuidaba la ventana de su casa y salió a recibirnos pero con mucha cautela, se escondió detrás de una baranda y allí estuvo el rato que duró nuestra recorrida por el barrio. Dimos un par de vueltas a la manzana y después de discutir sobre la conveniencia o no de pasar por esa ventana, llegamos a casa cansados pero contentos de haber hecho ejercicio otra vez. La enfermedad nos tuvo atrapados un tiempo en casa, sin poder caminar algo que disfrutamos siempre. Alquilamos un auto y así nos fue.