sábado, 28 de abril de 2018

Otro poema

Una lucha desigual se cierne sobre el lodo
de tu brazo y mi estrecho cielo
que todo lo conjuga mineral
combatiente, sibilante y húmedo.

Un soldado espera silencioso
tras la muralla de la codicia
el ultimátum de su general, 
que avanzar es la medalla postrera, 
que destruir es el deseo primero.

Me quedo contemplando el rostro
del compañero, muerto.
Quiero avanzar mis manos callan el fusil
y espero agazapado el zarpazo violento
de la guerra que hay en mis entrañas

Cuando sueño, te veo y pienso: 
¿cuánto más he de sufrir?


martes, 17 de abril de 2018

Telaraña



Un texto resume mis ganas de hablar 
ojo con el deseo entrelazado 
de los dedos que callan 

un cuarto de vuelta de rosca 
supone que entendemos la trama de la suerte, 
quizás un día cuando los ángeles llamen 
a la puerta y nos encontremos destilando 
el brebaje que de sentido a la vida, 
enmudezca la serpiente 

esa que día a día te dice cuidado
que te envuelvo con mi telaraña de dudas 
de mieles y demás con que te envuelve 
una telaraña, cuidado que además 

tejo.



lunes, 9 de abril de 2018

Hoteles

Es bastante pobre la organización de este hotel, lo digo porque nos van a rajar pronto, en cuanto se den cuenta que  nos instalamos y no estamos pensando pagar la cuenta, pero nos dejaron entrar y aquí estamos, tirados panza arriba en la cama, los dos abrazados y llenos de ilusiones en este viaje a Tailandia.
  
Dicen que van a cerrar las playas por los daños que hacen los turistas, pero nosotros -que no nos importa demasiado-, tiramos unas colillas de cigarrillos recién por la ventana del sexto piso y cayeron en el toldo de una verdulería, porque aquí también las hay aunque parezca mentira.  

Riendo, despertamos a los vecinos que salieron al balcón y nos miraban extrañados casi pidiendo silencio con el gesto severo así que en cuanto pudimos nos levantamos de la siesta y nos retiramos a comer al restó que por cierto lo recomiendo: tiene todo tipo de comidas exóticas que jamás vimos en nuestro San Rafael.  Estamos encantados.  Ojalá vuelvan a abrir las playas porque queremos refrescarnos un rato, es un calor bastante agobiante.  

Este hotelucho no debe pagar ni la luz o el gas.  Lo único bueno es el restó que está acá cerca de nuestra habitación, a la vuelta.  Nosotros, re locos estamos, nos metimos acá que es más caro pero somos caraduras, los dos.  No nos importa y nos vamos a escapar del restó sin pagar ¡obvio!  Cuánto nos durará la peripecia, no sabemos, pero ¿quién nos quita lo bailado?

Bueno,  la policía.  Ahí viene.

martes, 3 de abril de 2018

Me lo creí

Me lo creí, estuve a punto
de alejar de aquí 
aquello que me trae
tu olor a mar

Después, simulé un rayo
circense que resignificara
mi honor de buzo
táctico y taciturno

Desnudé mi afán,
estuve en Vietnam
cogí un puñado de rosas
que parecen otras cosas

Porque hay palabras que 
resuenan en mi mente.

Publicar.


Relatar, nada.

 Se dijo en la oficina que hacía calor y que había que prender el aire acondicionado, de todos modos estamos preparados para lo peor.  Hoy, ...