martes, 17 de diciembre de 2019

Diario del martes

Miente la gente cuando dice que es inadecuado estar toda la mañana sentado frente a una computadora haciendo el trabajo que le han asignado, ¿qué otra queda sino hacerlo y ya?  En mi caso, tengo que transitar toda la mañana o casi, sentado frente a una computadora sin hablar cara a cara con nadie, escuchando y transmitiendo ideas por internet, usando la informática también para eso, porque es el trabajo y no hay otra.

Vivir solo cuesta vida, dice la frase estúpida esa que tiene mucho de razón, ¿para qué vamos a estar desviviendonos por tan poca cosa? ¿acaso nos importa que un día un ser querido nos deje, de repente, y no tengamos ya vuelta atrás y sea imposible reparar y desandar el camino, cuando sea demasiado tarde?  Vivamos el hoy,  más serenos, más tranquilos que nada nos llevamos ni siquiera a la casa.  Seamos más sinceros más abiertos más humanos.  Que el capitalismo está bien, seguramente es la mejor manera de acercarnos a un futuro, porque está demostrado que el estado no puede, no debe ni quiere hacerse cargo de nada, pero tampoco la pavada de ir en una carrera desenfrenada hacia el éxito sin miramientos de lo que destruimos a nuestro paso.  Por eso, tengamos en cuenta que la naturaleza nos está demandando en estos momentos, un poco de atención, algo, una pizca de reflexión acerca del desastre que estamos ocasionando en la ecología, en el entorno, en la naturaleza.  Tengamos un poco de conciencia por el otro, por nuestro hermano por quien está ahí cerca y nos quiere ayudar, o nos quiere alertar acerca de lo que hacemos bien o mal, escuchémos más y dejemos de usar palabras hirientes todo el tiempo que no conducen a nada más que la discordia.  Porque podemos crear un ambiente más amigable, de una mayor cercanía por más que las ideas ya sean políticas, religiosas o de cualquier otra índole, se empeñen en separarnos y establecer o instalar una grieta horrible y desértica en el medio.

lunes, 25 de noviembre de 2019

¿Dónde estaban? [relato]

Me desperté y los vi, afanados en la tarea horrible de llevarse mi moto, sin que yo lo advirtiera. Me estaban robando así a plena luz del día y ahora que lo pienso, ¿qué esperaba, un aviso?  Alcancé a ver que uno llevaba una campera roja, eso fue todo lo que pude decirle al policía que llegó en el móvil apresuradamente cuando ya no sirve. 

¿Cómo no aparecieron así de pronto, en el mismo momento que se metían dentro de casa, nosotros durmiendo y se los llevaban detenidos...?  No.  Aparecen ahora.  Sólo quedan rastros difusos que habrá que estudiar, examinar con cuidado a ver si encontramos algo que nos lleve a descubrir dónde está mi moto, que la necesito en un rato para ir a trabajar.  O sea, estoy atado de pies y manos en esta situación sin salida.  Sí señor policía, haga su trabajo nosotros observamos desde aquí, mientras veo cómo hago para tomarme un colectivo que me deje cuando menos cerca de mi trabajo ahora que no tengo movilidad y las posibilidades de volver a tener una pronto, son al menos remotas.

La desesperación que sentí en ese momento, mientras veía que cerraban el portón de casa ya con la moto en su poder, fue angustiante y horrible.  No poder hacer nada, estar con los brazos cruzados por no tener en mi poder un arma.  Si la tenía quién sabe, quizás hasta la usaba y ya se, habría estado mal es un delito pero digo la usaba, no que les disparaba.  Qué se yo, unos tiros al aire para meterles miedo aunque sea, pero siempre ha sido motivo de discusión: yo que quiero meter un arma en casa y mi mujer que me ataja diciendo que estoy loco, que cómo se me ocurre, que con los chicos no se puede y así hasta dejarme las ganas secas como una rama varios meses después de haber sido cortada.

Sin armas, así con los puños será entonces, habrá que arriesgar.  Me les voy a tirar encima pase lo que pase.  Voy a ir por ellos, tienen que saberlo, tienen que estar al corriente de esto, es quizás por eso mismo que estoy escribiendo estas notas, porque les quiero advertir, no sea cosa que después salgan a decir que los ataqué a traición, no señores, les estoy diciendo que si vuelven por casa se las verán conmigo y no se qué va a resultar de eso.  Tendrán un poco de miedo no será fácil.  He aprendido boxeo y aunque eso no sea suficiente, tengo furia encima, mucha bronca por tipos como ellos que se piensan que pueden venir y quitarme la nada que tengo, el estímulo de cada mañana para ir a ese trabajo inmundo:  mi moto.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Ha sido una semana atípica con la aparición de un amigo que no esperaba ni remotamente porque vive lejos, tan pero tan lejos que su viaje cuesta unos cuántos dólares y hoy no estamos en condiciones ninguno de nosotros de andar gastanto tanto dinero, pero él tenía otras situaciones que resolver, no sólo la de mi cumpleaños (jaja) y decidió venirse gracias a dios, y lo tuve mejor dicho lo tuvimos entre nosotros unas cuantas horas.  Y fue así, que me enteré lo que cuestan las cosas allá donde vive que no es nada barato y uno se pregunta si las únicas condiciones desfavorables para vivir se dan acá en nuestro país, pero parece que es un mal de muchos hoy en día.  Habrá que aceptar los hechos como dice SK en su libro después de indagar acerca de la muerte de su mascota en un viejo cementerio de aborígenes norteamericanos.  El viaje de regreso a casa tuvo un condimento particular: dos señoras sentadas en el asiento trasero del colectivo, que a los gritos hablaban con sus parejas presas en el penal de Mza, y todo el colectivo como decía se enteró de las desgracias a las que están sometidas no por el hecho de ser mujeres sino porque sus parejas las tienen controladas con lo que hacen, así desde dentro del penal y por teléfono.  Al menos, eso fue lo que yo entendí.  Un sitio como ese, el viaje, no es un lugar donde uno entiende claramente lo que se habla sino que lo hace a trazos, por sectores de conversaciones por así decir, y se va quedando con parte de lo que conversan.  Así y todo fue un viaje placentero porque dormí buena parte del mismo sobre todo cuando me quedé sin señal en el teléfono y pude guardarlo por fin y dejar de escribir en el grupo familiar o mirar sin sentido las novedades de las redes sociales.

sábado, 13 de julio de 2019

Dos poemas (3)

Tiembla Popeye

Señales inequívocas de resfriado
es mi cuerpo lanzando al aire
sus pústulas de infierno

Tiemblo de sólo pensar que es así
que late en mi interior y mece
la mañana este hastío sin rumbo

que busca en la nada misma
algo que sin saber demasiado
se detiene, me detiene

Quiero como decía antes
saber de qué lado estás si es
que estás a mi lado o ya no

Y buscar es más fácil hoy con el navegador
Éramos marineros al final.
Y no lo sabíamos.


De origen

En el apuro, encontramos un muerto
que había caído del placar porque
la puerta no cerraba del todo no hacía clic

Y entendimos finalmente que había que cambiar
la cerradura, el tema es ese nos dijo el carpintero
cuando lo hablamos por el muerto.

No soy de andar en esos asuntos, aclaró
pero nosotros insistimos metiendo de vuelta
el tomuer adentro y que arreglara todo

Incluso un pestillo escamado que había
metele pintura le dijimos medio que se ofendió
entonces ya nos pusimos todos medio idiotas

Pero mantuvimos la calma un rato más
llegó la abuela y dijo qué hacen
insensatos, dejen a los muertos en su lugar

De origen.



domingo, 9 de junio de 2019

Dos poemas (2)

A consolarme

Atento a todo, vivo sereno sin embargo
crujiente roto y esmirriado amigo
que vienes un domingo a visitarme

Creo en las voces esas, conmigo
me acompañan desde siempre
dijo el animal que no iban

A consolarme de pie estaban
en concordancia con el árbol
aquel ruiseñor se estiraba para cantar

Creo en la mentira que dices y cuelas
una verdad, es eso me mantiene vivo
y recelando la mañana de una trova

Animales en celo.  Viven en celo.
Copulan impensados versos una mañana
cuando la nube se esparce singular.


Miseria

Todo es miseria, pero visto así
quiero pensar que se puede
cambiar un poco las cortinas

Y tener después un poco de luz
en esta habitación desnuda de frío
y nieve, las plantas están vacías.

Será posible, dijo la criada nadie las llama
ellas vienen y van se retiran
por donde vinieron después.

En tanto yo escriba y deje
en claro las cosas, seremos
un poco menos miserables, tengamos

Eso en cuenta  y las cortinas
del baño del fondo de casa, que para llegar
hay que atravesar el barro.

sábado, 1 de junio de 2019

Dos poemas

Panal


Un preso recorre el atrio y busca
el panal que esconde la mirada
sombría del presidiario amigo

Que cierta vez escondió además
una carta escrita con voz ambigua
y mano temblorosa pero también

Quiere ver detrás del espejo y saber
qué hay allá lejos en la colina de sal
donde anidan las mariposas

No es que hagan nidos, hacen
milagros inverosímiles y también
buscan mirar al otro lado

En cada aleteo tiemblan y desconocen
el efecto de sus colores
en el alma humana.  He dicho.



Agotado está


Estipular que no hay modo
alguno de arrinconarse
y no ceder ante el cable

Que mira atado un poco
sin ver que hoy salí
en la tele como un visón

Todo enjabonado y arremeter
contra la corriente como hago
cuando nada sale

Quiero aquí me tienen digo
porque me la veo venir, no como
la banda, el knock out

Del animal en celo cubre
la espada y sueña un velo
que también agotado está.


jueves, 9 de mayo de 2019

Nada de eso importa y me pregunto en realidad, al mirar la hoja en blanco, si es que nada de eso importa y sólo hay que tener presente la posibilidad de que haya un lector del otro lado o no.  Y eso sí, es lo que vale la pena lograr.  Es decir, escribir buscando que hayan más y más lectores cada día.  ¿Importan acaso los medios, las computadoras, las biromes, las máquinas de escribir, o cualquier dispositivo electrónico de los muchos que hay hoy en día, si no tenemos a nadie del otro lado?  Claramente, no.

Entonces hagamos la prueba de escribir sin importar lo que decimos, hagamos la prueba de publicar sin que importe en absoluto lo que escribimos, si total no habrán lectores que sientan lo que decimos.  Entonces, digamos cualquier estupidez si al final somos nosotros quienes lo vamos a leer.

lunes, 6 de mayo de 2019

Tiene sentido, lo digo con claridad y conciencia.  Tiene sentido el nuevo blog.  Está en mi máquina.  Es decir, si mi máquina se apaga, no vas a poder entrar.  Este otro, mucho más estable, no depende de lo que yo haga, va a estar siempre despierto siempre on-line.  En cambio aquel otro, el nuevo va a ser mucho más fugaz y tal vez efímero.  Se ejecuta, se sirve por así decir, en mi propia computadora.  Ahí donde la lleve él va a estar disponible para su lectura.  Desde la web.  Será difícil porque donde vaya tendré que tener una conexión a internet con el puerto 80 abierto, y eso no es algo que se presente fácil a veces. Ya veremos cuánto dura, por lo pronto me despido de este y le digo hola al nuevo.  Va a estar siempre en la dirección que les voy a pasar por privado.  ¿Por qué no la escribo aquí?  Porque va a estar dedicado a los lectores frecuentes, a mis amigos por ahora.

domingo, 28 de abril de 2019

Ah, pero qué bien que quedara ya configurado en el navegador el estilo que quiero usar al abrir una página, me resulta muy confortable.  Quiero decir, por defecto abre con una letra pequeña y me gusta que cuando la abro, esa página ya tenga la configuración que deseo.   No como aquella vez que salí con la absurda idea de encontrarla a ella en el baile, era bastante joven y no sabía, no entendía qué estaba pasando conmigo así que tenía la ilusión de entrar en ese salón y encontrarla como si nada hubiera pasado.  No se configuraban así a mi gusto las personas, y eso cayó de pronto sobre mi como una bola de fuego, quizás con el peso de todos los antepasados del mundo y no supe qué hacer sino arrodillarme y prestar atención a lo que pudiera escuchar.  Y así viví esa noche, por desgracia fue la primera de una larga temporada de noches oscuras como son esas que queman.

Remonté después un poco, a lo largo de la noche, para encontrarme cara a cara con el monumento a la idiotez, pero sobreviví debo decir gracias a un trago de caipirinha que me pasaron -me acuerdo vagamente-, y retomé el rumbo que por momentos se hacía incierto.  También es justo destacar y mencionar que no fue fácil hacerme a la idea que debía respetar el rumbo que quisieran tomar las personas cuando no se sentían a gusto, porque fue así.  Ella no fue al mismo lugar que yo.  No podía configurarse a mi gusto, estaba demasiado acostumbrado a eso en el trabajo y ahí fue que la conocí y vivimos esa experiencia delicada de los besos pero eso nomás.  Entonces tuve que atender un llamado extraño.

martes, 23 de abril de 2019

Suena bien esto de buscar código en internet y apropiárselo de manera prolija eso sí, confiando que la fuente es confiable y por sobre todas las cosas, ha compartido esa pieza de programa precisamente para que uno la utilice y pueda resolver alguno que otro problema.  Si no de su cliente, al menos suyo propio, como hoy que me encontré con la dificultad de un código escrito para una versión de php un par de números anteriores al actual, y un simple conversor escrito y publicado en github me salvó de perder toda una tarde buscando la manera de actualizarlo.

Era una simple conexión a una base de datos que ahora utilizaba otro esquema para conectarse.  Y eso había que resolverlo entendiendo bien de qué se trataban los cambios.  Y no era para hacerlo en una media horita, bien había que dedicarle unas cuantas horas a la tarea.  Si bien es cierto que me pierdo de entender finalmente cómo hay que hacerlo porque el programa lo resuelve, estoy satisfecho porque funcionó.  No perdí más tiempo del prudencialmente necesario por así decir.  Ahora, la aplicación funciona y puedo avisarle al cliente.  Fijate que todavía no lo hago y eso que ya está listo y podría ser beneficioso comunicarlo pero no, no hay apuro porque la aplicación que encontré en internet y me facilitó la tarea, hizo que ganara tiempo.  Entonces, puedo tomarme un ratito para compartir yo a su vez, esta anécdota con Uds, mis lectores.

Continuemos entonces con el resto de las tareas.  Porque ahora tengo que darle un estilo llamativo a la aplicación.  Esto es lo que me cuesta, y sinceramente no me agrada.  Tengo que buscar entre miles de fuentes una que quizás le guste al usuario de mi cliente.  Claro, él va a decir que no le gusta a él, y deberé de estar conforme con ese dato, que capaz nada tiene que ver con el gusto del usuario.  En fin, cosas que suceden.

jueves, 18 de abril de 2019

Llegar a casa después de un día agitado es lo más.  Y preparar el mate, tranquilo con la china al lado, porque así le llamo yo a mi mujer cuando estoy bueno, cuando tengo ganas, cuando hay amor alrededor y uno se siente a pleno con las cosas en orden.  No son muchos los días esos, pero los hay y son un encanto de jornada.  Nada que ver con otros días en que las cosas se complican, no salen como uno quiere, y se pone idiota de mal humor y se cansa al minuto nomás, de ver tanta pelotudez y tanto desorden por todos lados.  Como esta mañana también, cuando volvía que una luz azul me llamó la atención desde adentro de un predio municipal.  ¿Qué tenía que hacer esa luz ahí, si no hay nada para señalizar sólo distraerme acaso?  Es penoso ver el desorden en que está todo y uno se siente frustrado.  O frustarado, mejor.

Suena una sirena de ambulancia ahora.  Es medio ridículo señalar esto pero cuántos accidentes de tránsito.  Todos los días.  A ver, ¿es que no se quieren ni un poquito los que andan en moto, o auto a toda velocidad y sin mirar los riesgos?  ¿Cuándo es más factible que se produzca un accidente?  Claramente cuando uno anda medio pelotudo sin mirar a los costados ni cruzar con prudencia una esquina.  A veces -y a mí me pasa-, nos colgamos y ni nos damos cuenta que vamos manejando en la ciudad.  Es un peligro, la atención se dispersa y se cierra.  Es entonces que me doy cuenta que un mínimo descuido puede ser fatal.  Imaginate si le pasa a otro y termina haciendo un desastre que nos involucra a los demás.  Qué fatalidad, nunca nos pase a ninguno de nosotros, por favor.  A nadie.  Que pronto ya venga un kit para convertir el vehículo en autónomo así no tenemos que manejar más y ya no dependemos de nuestras emociones o mejor dicho de nuestro endeble equilibrio entre nuestras emociones y la razón, cuando estamos al volante.  Hay vidas en juego, hay futuros en juego, bienestares en juego.  Y toda una serie de cosas que hay que tratar con toda delicadeza.  Porque amamos la vida, eso decimos eso nos llenamos la boca diciendo, entonces hay que ser consecuentes con lo que decimos, y cuidar la avenida.

sábado, 13 de abril de 2019

Vista del valle de Cajón Grande, Malargüe.

Tarea de hoy: asistir al amigo con su proyecto de consolidar un club de aviación con aeromodelismo, es decir, no vuelan, sólo vuelan los aparatos esos comandados desde la tierra con controles remotos a batería, he visto que cada vez los hacen más sofisticados y potentes.  El vuelo alcanza velocidades increíbles y las maniobras que hacen en el aire son arriesgadas y muy agresivas, sin embargo el que sabe controlarlo puede estar horas divirtiendose con esas miniaturas geniales producto de la mente humana, y del ocio, claro.  Hay que tener tiempo y lo digo sin ánimo de crítica, para estar boludeando con esos avioncitos y gastar la fortuna de dinero que se gastan en eso, que la nafta, que los últimos adelantos en los controles remotos, que la maderita esta que se estropeó en el aterrizaje forzoso, y un largo etc.  Sin embargo yo, me entretengo con los simuladores de vuelo que hay en internet, y en la computadora por horas también aunque un poco más restringido a nivel de gastos porque hay juegos libres y llegué a jugar en uno que venía como "easter egg" en una planilla de cálculo.  Soy más terrestre yo, me divierte menos el volar de verdad y trabajo cerca del aeropuerto de manera que estoy permanentemente escuchando el rugido de esos motores enormes y viendo como aterrizan y despegan aviones de todo tipo.  Más bien, aviones chicos de reconocimiento y bautismo y menos habituales los aviones grandes que viajan a Buenos Aires pero es un solo vuelo al día.  Por supuesto los grandes aeropuertos están alejados de la ciudad, como en Mendoza, que enfrente te encontrás con el patio trasero de unas casas de Las Heras que supieron ser de mis familiares, esto no tiene mucho que ver con nada, simplemente marcar el hecho de que hay unos carteles ahí que me recuerdan que la publicidad es algo que deja buenas ganancias, como esos avisos bastante molestos en la televisión ahora que hay que desactivar con el mouse.  Compré uno inalámbrico ayer, me salió bastante malo, así que lo voy a ir a cambiar por otro mejor no sea cosa que al final termine pagando por algo que no sirve, que no voy a usar.


viernes, 12 de abril de 2019

Un bonito recuerdo me estremeció esta mañana, y tiene que ver con la época en que me dio por sacar fotos artísticas por así decir, y fui a ver un maestro en el arte de sacar fotos y tomé con él unas clases y fue divertido y no llevó mucho tiempo pero sí muchas alegrías.  Alcancé -también recuerdo-, a sacar unas fotos a una vendedora de ropa en una galería céntrica que estaba rodeada de cuadros e imágenes de vaqueros o pantalones como se los conoce también, y fue mágico por un momento.  A esa chica no la volví a ver, se que se casó y vive por aquí cerca también eso lo se, pero no la volví a ver.  Ni las fotos tampoco.  Mi maestro vio con entusiasmo el avance que había logrado en poco tiempo.  Eran épocas de fotos con rollo de película, todavía lo digital ni asomaba siquiera.  Y estaba bien.  El mundo estaba bien no había quizás esta locura de los teléfonos celulares, que como ayer que iba pasando por la vereda de una estación de servicio y me soprendí de ver con cuánta dedicación estaba la gente que hacía cola, viendo las novedades de sus celulares.  ¿Hace falta tanta información, tanto estímulo realmente para vivir?  ¿Por que no lo dejamos en casa un buen rato y hacemos otras cosas, no se, regar las plantas?  No, eso no parece tener solución por ahora.  Todo se reduce a mirar una pantalla de teléfono o de computadora.  Y nos queda la naturaleza que nos sorprende también cuando menos lo pensamos como ayer, casualmente mientras esperaba a mi mujer, dos mariposas volaban cerca mío y en tádem, las dos hacían prácticamente el mismo vuelo hasta que se separaron minutos después.  El mismo color amarillo las dos.  Muy estimulante.  Recortadas contra el cielo.

jueves, 11 de abril de 2019

Y ahora me lo dice blogger a la entrada nomás: "Estás usando blogger como alejandro noli", dice y me agrada.  ¿Ya quitaron Google+?  No he entrado siquiera a ver eso.  Una red social que no caminó.  Ni un poco.  Sin embargo, había mucha información ahí de todos colores eso de los grupos me acuerdo fue innovador.  Uno agregaba a la gente según quisiera que formara los grupos.  Era más complejo que eso.  Los agregados no tenían reciprocidad, quiero decir, no era "te agrego me agregás" era unidireccional.  Algo así, eso fue lo que leí por aquellos días de inaugurada.  Qué extraño que algo así no funcione, cómo se instalan otras aplicaciones, otras redes con singular éxito, es extraño que no le haya ido nada bien.

Pero a mí, qué me importa.  Lo que quiero hacer es una aplicación que muestre qué locales están cerca de mi casa, o cerca mío en este momento para ir a comprar lo que necesito.  Ejemplo: una empresa que vende artículos de jardinería y tiene varios distribuidores o varios locales en una ciudad grande como Buenos Aires, puede si quiere publicar en google maps las ubicaciones de esos locales y yo poner en un buscador dónde me encuentro así saber cuál de todas me queda más cerca.  Y así de fácil puedo encontrar lo que quier mucho más rápido.  También podría comprar en mercado libre así me lo envían a domicilio y listo, pero no.  Las ventas en internet son todavía bastante difíciles por buscar un adjetivo, la gente no se acostumbra a llenar los espacios en blanco, son muchas características que hay que llenar te pasas la vida haciéndolo con qué sentido si tenés un local abierto a la calle y vendés fenómeno ahí.

Todo bien pero hoy tengo que trabajar en el odoo y no recuerdo por dónde empezar.

lunes, 8 de abril de 2019

Hoy estuvo bien, el trabajo digo.  Así es que vale la pena concentrarse y sacarlo adelante sea como sea, quiero decir cueste lo que cueste.  Pero en un buen sentido porque es algo que no había imaginado esto de asesorar a la gente a usar las redes sociales.  Pero no en un sentido comercial o empresarial sino algo mucho más sencillo como es a una señora que quiere comentar una película o publicar en el grupo de flores aromáticas y cosas así.  Porque hace falta.  Porque debe haber muchos que necesitan este tipo de asesoramiento y por qué no hacerlo.  Me pregunto si habrá más gente dispuesta a pagar por eso ojalá que sí, es algo que podría hacer sin problemas.   Mucho más amigablemente que programar a veces con los minutos contados y el cliente respirando en la nuca a ver si terminas lo que te pide.  Parece una contradicción viniendo de mí, que prefiera algo que no está directamente ligado a la programación, pero cuando pasan los años y ves que ya no vas a hacer un super mega sistema que resuelva los problemas de la humanidad, pues queda hacer algo sencillo que por lo menos resuelva o alivie un poco la vida de quien tenés al lado.  ¿Por qué no?

Problemas digámoslo, hay en todos lados de manera que gente interesada voy a encontrar seguro.  Veremos en estos días si no decanta mi interés hacia esa otra posibilidad de trabajo.

viernes, 5 de abril de 2019

Lo que hace a un blog estar activo es que el autor escriba en él, como yo que vengo escribiendo desde hace varios años con intermitencia pero insistentemente.  No puedo, no me parece viable escribir en un borrador para después subirlo aquí, más bien prefiero hacerlo directamente en el borrador del blog y después ver si se publica o no.  Como buen programador, me interesa todo lo que sucede alrededor de la aplicación que sostiene este blog, ver por qué, hoy ha cambiado el ingreso.  Tuve que dejar escrito quién soy yo (a pesar de los casi 10 años de blog) porque han dado de baja el servicio de Google+ y entonces mi perfil, ya no es aquel nunca más.  Una lástima porque ahí tenía varias instancias de lo que venía publicando y eso era una buena referencia cuando alguien buscaba en internet por mi nombre.

Seguiré usando blogger, al menos por ahora es lo que mejor tengo a la vista.  No sirve poner esta máquina a funcionar como servidor e instalar un wordpress porque debería estar prendida todo el tiempo y eso consume mucha energía.  Mejor, pagar un servicio o directamente hacerlo en este gratuito.

Pero la tentación es grande.  ¿Te imaginás, una máquina que usas todos los días para tareas diversas, conectada a internet las 24 horas sirviendo el blog que vos mismo escribís?  Suena divertido.  Además, el propio blog podría programarlo con cualquier tecnología, desde django a la que se te ocurra.  Sería divertido pero convengamos también que algo inestable.  Mejor, por ahora en este que estoy.  Y escribiendo directo en el mismo a modo de diario.  Qué embole, la verdad, los diarios para la gente.  Creo que nadie tendrá ganas de seguir esto si se convierte en un diario, en las notas recopiladas a lo largo de los años de alguien como yo que no tengo nada significativo que contar.


domingo, 17 de marzo de 2019

Es genial.  Leo y releo la novela que compré como es debido a los que venden libros electrónicos de manera formal, libro que no encontré en los lugares de descarga habituales y que por eso compré, y es -repito-, genial.  Me gusta un montón, lo voy a recomendar a quien se me acerque a hablar de libros alguna vez.  No lo voy a comentar aquí, porque no tiene sentido a ver si mis lectores se me van tras de él, no me gustaría perder el poco lector que tengo que apenas si se confiesa lector o lectora mío dejándome un mensaje o algo, entonces haré silencio.

Un domingo se escribe poco, porque es domingo y porque uno está entretenido en cuestiones más familiares que de costumbre ya ha perdido el ejercicio de la semana que está por comenzar en realidad y escribe cualquier huevada sin pensar demasiado, pero se pone contento de saber que su equipo ha goleado en un torneo del cual no tiene chances ninguna, o sea que al pedo, pero ha ganado bien y seguramente el espectáculo de los goles ha sido soberbio. Y me lo perdí.  Por estar en cuestiones familiares mucho más importantes.  Y no me arrepiento ni me quejo.  Leo los comentarios en las redes sociales, de mis amigos, y les envidio la suerte de haberlo visto pero sólo por un segundo.  Ahí nomás se me pasa.
Ganas de escribir.  Es eso, y nada más que eso lo que me mueve ahora que ya es cierto, borré la conexión con las redes sociales y todo lo que escriba aquí va a parar al blog y nada más que ahí.  Tal vez sea otra ilusión más, y sólo eso pero no importa, es una nueva modalidad por así decir, y lo venía pensando estos días que es cierto: no necesito más nada.  Simplemente escribir aquí y dejar las letras sueltas y las palabras libres para que nada más sea confuso.  No hay presiones ni obstáculos simplemente las ganas de expresar aquí lo que toca.

Hoy veo las letras más chicas.  ¿En qué momento cambié esa configuración?  No lo recuerdo, creo que nunca; es algo que simplemente ha sucedido, y es extraño.  Como muchas de las cosas que suceden a diario, o mejor dicho, que ME suceden a diario cuando no entiendo por qué tiene que suceder justo en ese momento algo que no tendría por qué estar sucediendo.  Si, no suena claro ni mucho menos, pero yo me entiendo.  A veces, cuando salgo en moto y veo un auto que no me esperaba encontrar en la esquina, quiero decir, un auto lo suficientemente significativo para mí como para molestarme su presencia, digo ¿esto está sucediendo en verdad o es sólo una jugadita de mis amigos?  Y claro, es inevitable pensar en un arreglo, en una conspiración.  ¿Es joda, me estás diciendo en serio que pensás esas cosas?  Me preguntaban hace poco.  Y si.

¿Qué es un blog, finalmente?  Por el nombre y relacionado a la informática, pienso en un Biography Log, que por si no lo saben, el log es en las computadoras un registro diario o tan frecuente como se quiera, de lo que sucede en la misma computadora.  Bueno, eso será entonces un blog.  Un registro con cualquier frecuencia de lo que sucede en la vida del escritor.  Ya se verá qué rumbo toma la cosa.  Por el momento, pienso también en la refundación de este que ya estaría cumpliendo 10 años, porque la primera publicación data precisamente de toda esa cantidad de tiempo.  Saludos.

lunes, 11 de febrero de 2019

Proyecto: novela (1)

El armado de una novela, por así decir, sería un proyecto a largo plazo que capaz que funde en un par de semanas, contando con el tiempo y el silencio necesarios.  Después a intentar venderla a las editoriales.  ¿Cómo será, en realidad?  Pero es un buen plan para intentar en algún momento, dejando de lado la intención de 96.

Pero por dónde empezar, es la pregunta.  Porque todo bien, pero capaz que muere en el intento apenas empezar y eso me asusta un poco quizás debería conversar con alguien que haya pasado por este trance, y preguntar qué idea se le ocurre para una novela y escribirla yo y ganar todos los créditos.  jajaja.

Escribir una novela.  Ganar dinero.  Qué interrogante, ¿habrá algo de dinero a cambio de escribir una novela?  Pensemos.  Preguntemos.   Porque imaginate, además que me pongo con pasión y esmero a escribir una historia y después de pasado un tiempo lo máximo que me ofrecen es no se, una bicicleta.  Malísimo.

Concentrémonos en la idea, o en la historia.  Cómo sería.  Cuáles los principales protagonistas.  Dónde estaría ubicada, territorialmente.  En qué tiempo.  Todos interrogantes por ahora, sin una idea que mueva hacia alguna dirección.  Pensé: "Lo que tengo para decir lo descubro mientras escribo."  Tal vez, sea eso.  Largarse.  Empezar.  Claro, pero uno debería empezar con una idea germen.  A ver, por ejemplo, esa imagen que veo atrás de la pantalla, de la ventana quiero decir, una mujer mayor, foto en blanco y negro, con una capelina en la cabeza.  ¡Y justo!  Se trata de que "pasaron a dominio público obras de bla bla"... escritores.  Muy significativo.  Me interesaba tanto el trabajo y la vida de escritor, por cómo ellos se referían a las cosas de la naturaleza, con esa distancia, esa disposición del alma LIBRE.

Por otra parte, a quién carajo le importa una novela, si hoy son aplicaciones lo que realmente marcan la tendencia, como artículos de entretenimiento.  No es así, que en Gog se pueden conseguir ambas en el mismo lugar: "google play"  Es así.  Convencerse en todo caso, que la escritura de toda una novela es algo ya obsoleto, a nadie le va a interesar.  Yo que llego tarde a todo.  Es al único a quien le interesa algo así.  Cómo podría hacer para transmitir algo a través de una aplicación, no existe.  Es una vida de artista, la mía.  No de técnico o ingeniero desarrollador.  A hacerse a la idea y soltar.

Ah, ok.  Pensar en la estructura de una novela me causa tranquilidad, porque hasta aquí he tenido la idea de que una novela puede ser cualquier cosa, y no es así.  Deben respetarse las estructuras porque si no pierde credibilidad.  Qué palabrita curiosa, que algo referido a mí persona pierda credibilidad,  tal como pasó. Antes.

Pregunta seria: ¿Qué me falta para tener autoridad de escritor y empezar una novela?  ¿Qué tienen otros escritores, que yo no?

Respuesta seria: Nada.

Ahora, veo una foto artística y se me para el corazón.  ¿En qué quedamos?  Programación, fotografía, literatura, o qué mierdas?

Algo tengo por seguro, qué le faltaba a mis anteriores intentos de escribir una novela: seriedad.  La cosa no es joda, amigos.  Si uno se sienta a escribir una historia, tiene que haber compromiso con la misma, no es cuestión de ir por cualquier lado, hay que se consistente y debe ser creíble. En eso consiste el atractivo.  Uno se deja mentir, se lo cree porque... hmmm vaya a saber, qué cosas produce en uno esa actividad como lector.  Entonces, no jodamos.

martes, 5 de febrero de 2019

El cumpleaños

De todo pasó hoy en el cumple de Ernesto.  Se tiró a la pileta y cuando estaba a punto de salir por la otra punta nos dimos cuenta que su cuerpo se había enredado en un cable con corriente, que nadie  sabe cómo había ido a parar al fondo de la pileta y que -obviamente-, electrificado como estaba terminó con su vida.

Nosotros, claro, no ibamos a seguir festejando así que nos metimos al agua después de cortar la corriente y lo sacamos a Ernesto.  No quería salir, estaba enredado.  Estuvimos un buen rato lidiando con el cable y las lágrimas de todos que se acercaron espantados a ver el cuadro ese, que era de no creer, la verdad.  Tuvimos que parar cuando alguien, creo que la prima hermana, sacó de su bolso un revólver y se pegó un tiro.  Ah, bueno, dijimos esto recién empieza.  Cayó al agua, junto con Ernesto, como diciendo me voy con él, y algo habrán tenido estos, pensamos seguro que todos ahí, y nos dimos cuenta en ese momento que hilando varios cabos todo cerraba.  El paseo juntos antes de empezar con los brindis, las veces que aparecían los dos en casa como viniendo de distintos lados pero incomprobable, y situaciones así que ahora tenían sentido.

Me quedó la ropa a la miseria tuve que ir al baño a cambiarme y para eso le pedí una muda al dueño de casa, que era bastante más gordito y petiso que yo.  Me quedaba como me quedaba, que va a hacer.  No es eso lo importante ahora, ¿qué pasa si salgo así a la calle?  Nada.

Relatar, nada.

 Se dijo en la oficina que hacía calor y que había que prender el aire acondicionado, de todos modos estamos preparados para lo peor.  Hoy, ...