domingo, 17 de marzo de 2019

Es genial.  Leo y releo la novela que compré como es debido a los que venden libros electrónicos de manera formal, libro que no encontré en los lugares de descarga habituales y que por eso compré, y es -repito-, genial.  Me gusta un montón, lo voy a recomendar a quien se me acerque a hablar de libros alguna vez.  No lo voy a comentar aquí, porque no tiene sentido a ver si mis lectores se me van tras de él, no me gustaría perder el poco lector que tengo que apenas si se confiesa lector o lectora mío dejándome un mensaje o algo, entonces haré silencio.

Un domingo se escribe poco, porque es domingo y porque uno está entretenido en cuestiones más familiares que de costumbre ya ha perdido el ejercicio de la semana que está por comenzar en realidad y escribe cualquier huevada sin pensar demasiado, pero se pone contento de saber que su equipo ha goleado en un torneo del cual no tiene chances ninguna, o sea que al pedo, pero ha ganado bien y seguramente el espectáculo de los goles ha sido soberbio. Y me lo perdí.  Por estar en cuestiones familiares mucho más importantes.  Y no me arrepiento ni me quejo.  Leo los comentarios en las redes sociales, de mis amigos, y les envidio la suerte de haberlo visto pero sólo por un segundo.  Ahí nomás se me pasa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mejoras en el Software de Gestión de Cuotas

  El software sigue funcionando. No está roto. No ha colapsado. Pero la deuda técnica está ahí, acumulándose como una pila de tareas pendien...