lunes, 13 de julio de 2020

Vivos y sanos

Vida normal, en casa, por unos días entretando empiece a normalizarse la actividad en Buenos Aires y me permita volver a la capital donde espera el trabajo.  Siento mucho no haber hecho en su momento el cambio de domicilio como se debía por causas ajenas, no logré hacerme del plástico y ahora todo parece indicar que se ha caído el trámite lo cual es una complicación de cara a los permisos que deben obtenerse para viajar, y desplazarse por la provincia.  Estamos, digo quienes vivimos aquí, bastante encantados con la situación porque nuestra provincia no está tan maltratada por el virus, son muchos casos a diario, es cierto pero no alcanza ni remotamente un número preocupante.  Seguimos vivos y sanos, es lo que importa, quienes me conocen saben que hago todo lo necesario para cuidarme como debe ser sin tomar riesgos innecesarios, pero uno ignora en qué momento puede complicarse y aparecer contagiado del famoso COVID-19 todo un estandarte de las nuevas generaciones que tendrán que arreglar este mundo maltrecho y desarmado que les estamos dejando, con muchas herramientas tecnológicas para hacerlo es cierto eso, pero también con mucha ignorancia sobre cómo manejarlas.  Y digo que la ignorancia es el cruel asesino aquí, el que nos deja sin los seres queridos, el que nos abate y nos destruye con sus armas silenciosas y caras, con sus armas de guerra barata pero efectiva, nosotros huimos no cobardemente sino estratégicamente buscando una solución al caos, un orden, una disposición de las cosas que nos permita entender mínimamente lo que está pasando y no quedar envueltos en una energía negativa que nos destruya.  Como el sexo, por ejemplo:  energía positiva, generadora, creativa, siempre que no se salga de madre, que se mantenga en los carriles adecuados, siempre que podamos contener y controlar por así decir los impulsos siniestros a los que nos puede empujar.  Y digo esto porque las experiencias personales me lo han marcado, enseñado, aquí no hay tanto libro ni instrucción como ya se sabe.   (Esto no debería publicarse Alejandrito por favor, no hagas click, mantené la corrección política, no seas estúpido, evitate un problema).

Siniestro es el almacenero que te aumenta el pan sin avisar, sin mediar palabra sin darte un respiro.  Lo demás es hojarasca.

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