martes, 9 de junio de 2020

Poema

Un vuelo de pájaro comestible ha calado
hondo en la espesura del mar siniestro
que recorre mi hombría, mi serenidad.

Me recuesto un instante sobre la casta
estancia de mi madre a presenciar
las olas y revisar el libro de los recuerdos

Funestos, vienen en este momento, aquí
mismo se esparcen por toda la sala y me
anuncian el regreso de la maldad contenida

En pomos, como salidos de un vendedor
que anuncia en colectivos y reparte
sacos de dinero a buen precio.

Estamos queriéndonos y eso está bien
qué problema habrá entonces si nada
puede resultar mal como dicen por ahí.

Habrá que sacudirse la tibieza y volcar
como volando y volando uno de esos sacos
y cubrir el lodo de vicios.

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