lunes, 8 de junio de 2020

Lo digital en las fotos

Simplemente, cuando no hay nada que decir, debería callar o por lo menos no hablar boludeces que no aportan absolutamente nada a la comunidad de gente que pudieran estar leyendo estas cosas que escribo aquí desde hace varios años, de manera pública, pero que a decir verdad no tienen demasiada repercusión todavía. ¿Qué sería tener repercusión?  por ejemplo, que me citen de alguna editorial de España para comprarme los derechos (?) del blog y lo editen en formato de libro y me pidan una agenda para celebrar una entrevista que será televisada o subida a las redes sociales, y cosas por el estilo, que nada tienen que ver ni con la programación, ni con la literatura o la fotografía, al fin y al cabo.  De manera que no hay mucho más que decir al respecto, y digo España, como podría haber dicho cualquier otro país, simplemente ese me parece demasiado central en el mundo, bien ubicado, ahí en una península que mira al atlántico como también al mediterráneo, y cosas de este estilo digamos, que nos vienen sucediendo de este lado y bien abajo, decia, del atlántico.  Por otro lado, convengamos que podrían llamarme de algún blog o alguna editorial del gran país del norte, ya que estamos, pero eso es una hipótesis vana, algo que tampoco podría asegurar que suceda de ninguna manera ya que estoy más acostumbrado a mirar revistas españolas que norteamericanas, esas revistas que ya no se imprimen en papel, esas revistas que sólo tienen publicaciones cada tanto y que tocan temas puntuales, como qué se yo, los restauradores de autos antiguos que hacen fortunas vendiendo su trabajo a otras gentes de todas partes del mundo, como aquel chabón en la provincia argentina de Santa Fe, que lo hace y le va muy bien, o este otro de San Rafael, como ustedes saben en la provincia de Mendoza, que tiene el taller parado por falta de recursos, pero que sigue soñando con algún vehículo nuevo que pueda hacerle soñar lo que soñaba en otros tiempos, más joven.  ¿Qué hara mi gran amigo R. ahora que tiene que estar encerrado más bien, ahí en su taller o con su pareja?  Cuánto habrá pasado de aquellos años que lo pasábamos bien, encendiendo y apagando la luz del cuarto oscuro que tenía para revelar fotografías, a la manera analógica, tendría que preguntarle si no vende su ampliadora.  Tengo muchos negativos, ya lo dije en el post anterior, muchos.  Con todos ellos algo se podría hacer, digo yo, no se, tirarlos de pronto en alguna mudanza no es una buena opción, algo más importante como seleccionar algunas buenas fotografías y hacerlas imprimir o escanear por lo pronto así puedo subirlas a la nube y armar un archivo digital que esté por ahí en algún servidor para consultarlo cuando quiera.  Deben haber, no se, más de dos mil fotografías, con toda seguridad.  Me gustaría armar un archivo con todo aquello bien detallado, donde se pueda consultar por fechas y etiquetas, toda la actividad que desarrollábamos antes que viniera lo digital.

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