viernes, 12 de junio de 2020

Bajo calibre

-¿Cómo que tienes dólares? -preguntó animado el muchacho.
-Sí, tengo algunos, pero de bajo calibre -respondí.

Esta conversación, así sacada de alguna película mal traducida es lo que sucedió anoche en este hostel que estoy ocupando ahora y que tiene algunas personas viviendo aquí lo que queda de esta cuarentena ya moribunda.  La gente se está entreteniendo mucho con las compras tardías que no pudo realizar hasta ahora y sale de los mercados con varias bolsas y cosas como si no hubiera mañana, y está bien.  Habrán algunos cuyo trabajo todavía no empieza pero hay otros que además de no haber parado en todo este tiempo, han logrado ahorrar unos pesos dado que no hay en qué gastarlo, los hijos no se mueven de casa y las vacaciones están cerradas hasta nuevo aviso, eso lo tenemos en claro todos por aquí, a nadie sorprende.  Lo cierto es que los días están movidos salvo a la noche donde todo se calma, las luces se apagan cerca de la hora de ir a dormir como de costumbre, pero hay muy poca actividad en la calle, en los bares y en lugares normalmente muy frecuentados.  Y está bien.

Hay que cuidarse, no como algunos tontos que siguen viajando en colectivos sin tomar precauciones, sin cuidarse un poco, sonándose la nariz a toda boca, manoseando todos los caños donde agarrarse y contando dinero aun cuando no se necesita para pagar. Los veo a diario subirse y vivir como si no hubiera nada que amenazara su vida, ni siquiera un virus.  Bien por ellos, está bien, supongo que es otra manera de enfrentar lo que nos pasa, hay que salir vivos de aquí es eso lo único que está en su mente y lo hacen de la mejor manera.   No saben que se viene una difícil, la salida de la cuarentena estará cargada de algunos malos momentos, parece salir volando el presidente cada vez que da un discurso, como si estuviera asomándose a una situación muy difícil de enfrentar como quien quiere evitarse todo espanto, toda situación estresante y demás.  Así no hay caso, no se sale adelante.  Tendremos que tomar el toro por las astas y hacernos cargo, seremos dos en este mundo avísenle a los vecinos que en todo caso sería bueno que nos tomáramos de las manos y juntos lanzáramos al mundo una queja formal de por qué tantas estupideces, díganme, si acaso va a volver todo a la normalidad tal y como estaba antes.  Este episodio nos ha marcado a fuego eso podría decirse, porque todos esperábamos un año normal para este 2020 pero ya empezó mal cuando nos avisaron que debíamos anteponer el 20 cada vez que firmáramos un contrato o cualquier papelito que nos comprometiera de alguna manera.  Veré qué dice el teléfono, esperen.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Relatar, nada.

 Se dijo en la oficina que hacía calor y que había que prender el aire acondicionado, de todos modos estamos preparados para lo peor.  Hoy, ...