miércoles, 23 de septiembre de 2020

Una pista

 

Qué ridiculez sentarse a escribir y que no salga nada, que estés dando vueltas sobre el texto y no encuentres un motivo siquiera para empezar, una pista, algo que te inspire y tengas que dejar el texto ahí, a medias.   Digo ridiculez, para no confundirlo con la frustración, porque también podría ser que uno se pone con total entusiasmo a hacerlo y nada fluye, se traba el interés, y dejás finalmente para más adelante lo que se te había ocurrido años atrás: un texto que llame la atención, que sea de interés para los lectores que pululan por internet.  En especial, aquellos del gremio de los informáticos, que los hay y muchos.  Gente que administra sistemas, o que hace programas de computadora, y un sinnúmero de ocurrencias porque convengamos que los oficios relacionados con la informática han crecido en número precisamente y es impresionante.  Cada día más personas están sumergidos en esto, más usuarios y profesionales salen al mundo a buscar destacarse por algo, creando una idea, una marca, un producto que tenga que ver con la tecnología, y se van desarrollando nuevas necesidades, también de la mano de los avances que provee Silicon Valley.  Nosotros, que venimos desarrollando esto desde hace tiempo, notamos que ya no es mucho lo que se puede hacer, que trabajamos en proyectos que no estarán en los titulares de ningún diario, pero lo seguimos intentando porque no da que abandonemos el barco apenas empiezan las olas, que queramos dejar atrás lo vivido, lo que intentamos alguna vez, porque dijimos un día que no podríamos con esto, que lo nuestro era finalmente el fracaso.  Y seguimos, como siguen otros, buscando, removiendo aquí y allá en busca de la idea esquiva, y conversamos con amigos y conocidos con la secreta intención de encontrar algo que se pueda convertir en una genial idea que resuelva una necesidad real de alguna parte de la comunidad, y en particular si puede ser así mejor, del mundo.

No encontramos después nada que se le parezca, lo dudamos y dejamos para más adelante.  No es hoy, insistimos pero no sale, no nos gusta lo que hicimos, consultamos con amigos también y muchos se muestran entusiasmados pero quizás no nos cuentan los detalles del entusiasmo, lo notamos en su expresión, no es así como funciona, nos están engañando de alguna manera, no quieren que suframos, evitan el momento de decirnos la cruel verdad: mirá Ale, eso es una burrada por favor no lo publiques.

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