viernes, 6 de agosto de 2010

Reviente

Ignacio se rebeló un día, prefirió comprar pan roseta en vez de francés pero su madre no lo perdonó. En el camino de regreso a la panadería pensaba hay que hacer algo para comer ese pan que le resultaba tan atractivo.

Nicanor temblaba de frío, era el último día de la semana, le quedaban sábado y domingo para levantarse tarde y ver pasar la mañana congelada desde su cama, abrigadito.

Tamara quería un bebé. ¡Lo había pedido tanto! Ella y su novio lo buscaban con empeño, llevaban un calendario de los días fértiles en su computadora pero pensaban que había sido hackeado.

Américo cruzaba las vías del tren imprudente y el maquinista fingía no verlo a tiempo, lo cierto es que quedaba destrozado al costado de las vías, su cabeza hecha añicos debajo del último vagón.


García Be

Mejoras en el Software de Gestión de Cuotas

  El software sigue funcionando. No está roto. No ha colapsado. Pero la deuda técnica está ahí, acumulándose como una pila de tareas pendien...