Hoy, qué lindo el día que al final no llovió cuando venía a casa, dejando atrás el centro ahí donde planeaba encontrarme con viejos compañeros y compañeras de la primaria a quienes tengo dicho que si nos encontramos por ahí, haremos una selfie y la mandaremos al grupo de Whatsapp, y todo eso.  Porque es una diversión que cayó bien, al parecer, al resto de los chicos les ha gustado la idea la han aplaudido, y aquí vamos es un bonito plan para sacar fotos.  Una selfie, ahi donde nos encuentre la tarde o la mañana, de un día sanrafaelino.  Pero pasan estas cosas que uno se encuentra con alguien inesperadamente, y empieza a pensar en situaciones que no vienen al caso, que tienen otras connotaciones, y ya no es tan agradable.  Mejor seguir el camino y meterme de pronto en la computadora a leer o programar, actividades que me apasionan más que ninguna otra.  Los trabajos están bastante atascados, no hay mucho que hacer, y claro dicen, la situación económica que no ayuda. Seguir adelante, por encima de todo, incluso de que ya no parece importar si tenés conocimientos en un área muy específica de la programación, importa más tus antecedentes y cuando no son los mejores, recordemos el caso de los buzos de egresados, la cosa se complica.  Y aquí vamos, con el viejo temita de la ropa, que ya creía superado.  Dejemos atrás las historias dolorosas.