sábado, 15 de enero de 2022

 Así es -me escribió en una nota-, soy boluda me parece porque no traje más que unas medias en mi mochila, cuando en realidad pienso quedarme por aquí más de un mes.  Tendré que comprar ropa o andar en bolas por el departamento alquilado mientras se lava lo que llevo puesto, y ya de imaginarla así rompiendo los esquemas incluso antes de llegar, me llenó de exitación como siempre que se tratara de ella.  Todas las veces anteriores sucedió similar: ella sugiriendo en sus notas que va a tener que estar desnuda en alguna situación no buscada, sino simplemente obligada por algo, que está así de pronto por consecuencia de alguna infortunada decisión que puede no estar ocasionada por ella, de pronto.  En esto quedamos, la última vez.  

Sin embargo, esta vez no se si podré ir a visitarla porque bueno ya sabemos, tengo mis compromisos, y más si la invitación es claramente una invitación a tener sexo.  Si viene de viaje y sin ropa, qué me espera apenas entrar en esa habitación, convengamos que no será revisar fotos viejas o censurar partes de los libros que viene leyendo en el autobus, como hacíamos cuando jóvenes, por pura diversión en especial los que nos prestaban en la biblioteca, porque era nuestra máxima locura del día borronear las partes calientes de los libros que sabíamos iban a parar a manos de conocidos de la facultad, esos que se entretenían leyendo escenas de alto contenido erótico de libros escritos por escritores famosos.

Fue una disculpa sincera y breve: no voy, le dije, porque tengo que enmarcar unos cuadros que trajimos de San Rafael en el último viaje y tengo para rato, así que disculpame será otra vez, no te niego que me quedo con las ganas de salir pero este calor la verdad me pone estúpido y sólo tengo ganas de estar bajo el aire acondicionado de mi living, arreglando algunas cosas y pegando con cola esos cuadros que ya están bastante rotos por el paso del tiempo y las sucesivas mudanzas, otra vez será.  Quizás, cuando viaje yo, esperame allá, que pronto seguro te caigo.

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